A casi cinco años de su re-estatización, Aerolíneas Argentinas sigue recibiendo subsidios de la Administración nacional pese a que la idea inicial de sus autoridades era lograr el autofinanciamiento.

Tal es así que, en lo que va de 2013, la línea de bandera ya ejecutó transferencias por $ 1.466 millones, algo más de $ 12 millones por día.

Los subsidios percibidos y devengados por la empresa equivalen al 41% del total de transferencias previstas para todo el año, unos $ 3.598 millones, en un lapso que representa un tercio del ejercicio (120 días).

A este ritmo, Aerolíneas podría agotar a fines de octubre la totalidad de subsidios que tiene disponible. Pero, teniendo en cuenta las sucesivas modificaciones presupuestarias llevadas adelante por el Poder Ejecutivo Nacional, sin pasar por el control de Congreso, no sería descabellado pensar en una reasignación de partidas hacia la línea de bandera.

Si así fuera, y siguiendo con esta performance de ejecución, la empresa podría terminar el ejercicio 2013 recibiendo unos $ 4.400 millones.

Con respecto al dinero ya percibido, aquellos $ 1.466 millones, el 89,4% del total fue destinado a los denominados gastos corrientes. Se trata de unos $ 1.311 millones devengados básicamente en combustible y sueldos de la planta permanente y los contratados. El saldo restante, $ 155 millones, se dirigió a gastos de capital.

Plan de negocios

El proyecto de lograr el autofinanciamiento de Aerolíneas fue manifestado por las propias autoridades de la empresa estatal durante una audiencia llevada a cabo en el Congreso Nacional a fines de 2011.

En aquella oportunidad, la alta cúpula de la firma presentó su “Plan de Negocios Aerolíneas Argentinas 2010-2014”, ante la Comisión Bicameral de Reforma del Estado y Seguimiento de Privatizaciones.

En la exposición, se detallaba que los subsidios provenientes del Estado Nacional se irían reduciendo paulatinamente y que, incluso, en el ejercicio 2012 se lograría la autofinanciación de la línea aérea.

Pero no fue posible. Aerolíneas comenzó el año pasado con un crédito inicial de $ 2.489 millones. No conformes con eso, el monto destinado a la empresa se fue modificando, mediante decisiones administrativas del Ejecutivo, a medida que pasaban los meses. Y así se llegó al fin del ejercicio con un total de subsidios ejecutados que ascendió a $ 3.493 millones, un 40% más de lo previsto originalmente, y unos $ 10 millones de pesos por día.  

Aquel año muestra otra particularidad de la empresa. Según los cálculos iniciales, se iban a destinar $ 480 millones de los subsidios para gastos de capital. Esa cifra no se modificó ni aún cuando el total de las transferencias comenzó a aumentar con el transcurso del ejercicio. Pero eso no es todo. Aerolíneas culminó 2012 ejecutando, en concepto de gastos de capital, $ 155 millones, incluso menos de lo que se preveía, y el resto fue reorientado a los gastos corrientes.