La diferencia entre ingresos y gastos del Estado nacional en el primer semestre de este año dio como resultado un déficit de 284.019 millones de pesos.

Es que, según pudo averiguar este medio, entre el 1º de enero y el 30 de junio de 2018, la Administración Central recaudó por todo concepto 1.162.175 millones de pesos (más sencillo, $ 1.16 billón), mientras que los desembolsos ascendieron a $ 1.446.194 millones (1.44 billón).

Ese resultado negativo representa el 37% del rojo previsto para todo el año y estimado en casi $ 760 mil millones

El déficit del primer semestre fue de $ 284 mil millones

A partir de estos datos puede advertirse, en primer lugar, que las proyecciones tanto de ingresos como de gastos fueron modificadas en el período enero-junio: la recaudación esperada pasó de $ 2.19 billones a $ 2.20 billones, mientras que las erogaciones calculadas saltaron de $ 2.87 billones a $ 2.96 billones.

Estos cambios, a su vez, también impactaron en el déficit estimado, que se incrementó de su monto inicial de $ 678 mil millones a la ya mencionada cifra de $ 760 mil millones.

Sin embargo, las diferentes performances de ingresos y gastos permiten ensayar un esbozo de respuesta a la pregunta de por qué el déficit es del 37% en un lapso que equivale a la mitad del año

En pocas palabras, se gastó a un ritmo más lento en comparación a la recaudación. Lo que, al margen, evidencia una desaceleración de las erogaciones del Estado.

La deuda

En materia presupuestaria, se entiende por resultado financiero primario a aquel que surge de la diferencia entre ingresos y gastos, pero sin contar los pagos por los intereses de la deuda pública.

El déficit del primer semestre fue de $ 284 mil millones

En ese sentido, la proyección del resultado financiero primario para todo el año es un déficit de $ 352.848 millones, mientras que el saldo negativo hasta junio ascendió a algo más de $ 50 mil millones, es decir, solo el 14% de lo previsto.

Si se tiene en cuenta que la finalidad que más fondos ejecutó fue, justamente, la de deuda pública, y que el déficit primario del primer semestre apenas llega al 14% de lo estimado, esto también demuestra una desaceleración de la actividad presupuestaria, sobre todo en lo relacionado con los gastos totales y, como reconocieron las propias autoridades, en las erogaciones de capital, mayormente relacionadas con la obra pública.