Los trámites de despapelización del estado comenzaron en 2009, cuando en la Ciudad de Buenos Aires se creó el Sistema de Administración Documental Electrónica (SADE). Este sistema se empezó a utilizar nacionalmente en 2016.

Con más de 12 millones de archivos generados desde entonces, avanza la digitalización en los trámites del estado a nivel federal donde ya funciona el GDE en todos los ministerios y en 160 organismos públicos.

Se establece que la totalidad de los documentos, comunicaciones, expedientes, actuaciones, legajos, notificaciones, actos administrativos y procedimientos en general, deberán instrumentarse en el sistema de Gestión Documental Electrónica, permitiendo su acceso y tramitación digital completa, remota, simple, automática e instantánea, excepto cuando no fuere técnicamente posible. Ningún organismo debe exigir la presentación de documentación en soporte papel. En caso de que el administrado voluntariamente presente un documento en soporte papel, el organismo debe digitalizarlo e incorporarlo al sistema de Gestión Documental Electrónica en forma inmediata, reza el Decreto 733/2018.

El objetivo es convertirnos en un gobierno digital y desterrar por completo el papel expreso Andrés Ibarra, ministro de Modernización. Para llevar adelante esta digitalización se realizaron capacitaciones a usuarios y funcionarios públicos. La meta es que el ciudadano pueda realizar sus interacciones con el estado a través de una ventanilla única con un perfil digital, como hace años lo implementó Estonia.

Como funciona Estonia

En 1991 comenzó su camino como país digital. Hoy es el único estado 100% digital, donde solo tres trámites se realizan de forma personal: divorcios, casamientos y algunas operaciones inmobiliarias. Desde 2002, entrega a sus ciudadanos un chip electrónico con el cual pueden acceder a todos los sistemas del estado, desde el cual sacan turnos, votan, pagan multas, renuevan la licencia de conducir, opinan sobre los temas que tratará el congreso y registran sus empresas, entre otros trámites. En este documento con chip también está su historia clínica.

El país logró convertirse en el primer e-estado que ofrece a cualquier persona, de otro país, ser ciudadano digital de Estonia. Esta idea surgió en 2014 y ya se emitieron más de 30 mil identidades digitales. Con un valor de 100 euros, el trámite se hace fácilmente y sirve para realizar negocios y transacciones internacionales.