Durante el primer trimestre de 2019 el Ministerio de Educación ejecutó el 5% de su presupuesto destinado a la llamada función ciencia y técnica.
 
En números, la cartera dispone de una partida de $ 1.385 millones, de los cuales devengó $ 63 millones. La performance se produjo en un lapso que equivale al 25% del tiempo transcurrido en el año, lo que convirtió al Palacio Pizzurno en una de las áreas con menos movimientos de esa función.

Por su parte, la Secretaría de Gobierno de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (el exministerio) cuenta con un presupuesto $ 3.422 millones para el mismo objetivo, de los que hasta marzo desembolsó $ 1.225 millones, es decir, un 36%.

Dicho de otra manera: la dependencia del barrio porteño de Palermo aún dispone de dos tercios de sus recursos, y deberá administrarlos en los tres cuartos de año que quedan por delante.

¿Qué es la función ciencia y técnica?

Analizar el presupuesto en términos de finalidad y función sirve para entender cómo el Estado distribuye los fondos hacia los servicios que pretende brindar a la ciudadanía. Es decir, una función reúne recursos de distintos Ministerios y dependencias, que se ejecutan con un objetivo común.

En este caso, además de las mencionadas carteras, la función está conformada por partidas de los Ministerios del Interior, Defensa, Cancillería, el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, y de organismos más específicos, como el Conicet, el Inta, el Inti, la Cnea y los institutos Malbrán y Geográfico Nacional. 

En términos generales, la función ciencia y técnica cuenta con un presupuesto vigente al 31 de marzo de $ 46.263 millones y, de ese monto, se ejecutaron $ 9.403 millones hasta la misma fecha (20%).

Asimismo, la partida de la función representa el 1,1% de los gastos totales del Estado, proyectados en algo más de $ 4,2 billones para todo el año. Simplificado: de cada 100 pesos que ejecuta la Nación, $ 1,10 van a ciencia y técnica, la marca más baja de los últimos ocho años (ver aparte).

El Ministerio de Educación ejecutó el 5% de sus fondos para ciencia

Algo más que siglas

Dos tercios del presupuesto de la función se destinan a tres organismos: 

1. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Dispone de $ 16.444 millones para todo el año, de los que ejecutó $ 3.713 millones (23%);  
2. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta). Cuenta con $ 7.516 millones, y lleva devengados $ 1.604 millones (21%); 
3. Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea). Tiene $ 6.608 millones y desembolsó en el primer trimestre $ 1.129 millones (17%).

Puertas adentro del Conicet, el 74% de sus fondos totales se destina gastos en personal, mientras que un 22% va a la partida llamada Servicios No Personales, es decir, becas de investigación, pasantías, servicios de ceremonial y seguridad.  

No obstante, si se analiza el presupuesto del Consejo en términos de programas, el más importante es el de Formación de Recursos Humanos, con un 90,2% del total, seguido por el de Promoción, Investigación, Financiamiento, Innovación y Divulgación de la Ciencia y la Técnica, con un 5,5%.