Publicado: 12-07-2011 
  
Río Negro.- Los concejales votaron ayer la creación del ente fiscalizador del centro invernal. El directorio estará integrado por representantes del Ejecutivo, ediles, empresarios y trabajadores.

El Concejo municipal aprobó ayer en segunda vuelta la creación del ente autárquico que se encargará de fiscalizar la concesión del cerro Catedral y que incluirá en su directorio un representante de los trabajadores. 

El Ejecutivo municipal y los concejales previeron desde un inicio reservar un lugar en el organismo mixto a la Cámara de Turismo, pero nadie había pensado en los empleados del cerro, hasta que ayer se presentaron en buen número en la sesión del Concejo para exigir su incorporación.

El secretario general de la Asociación de Empleados de Comercio, Wálter Cortés, encabezó la representación de los trabajadores, que presentaron una nota formal para reclamar un espacio en el organismo regulador.

Los concejales aceptaron realizar la modificación de la ordenanza sobre la misma mesa, para sumar una silla más en el directorio, donde habrá tres lugares para el Ejecutivo municipal, dos para el Concejo, uno para la Cámara de Turismo y otro más para "un representante de los trabajadores, propuesto por la AEC y designado por el intendente".

El concejal Hugo Cejas quiso imponer otro texto, en el que Comercio compartía ese derecho "con otros sindicatos" que tuvieran presencia en el Catedral.

Pero otros ediles le explicaron que el Ente (llamado por sus siglas Eamcec) no tiene atribuciones para fiscalizar todo el cerro sino sólo la concesión de Capsa, cuyos trabajadores sólo son representados por la AEC. Llevado el tema a votación, Cejas perdió por amplia mayoría.

Tampoco prosperó el intento de la concejal Silvana Camelli (PJ) para asegurar un segundo lugar en el Ente al sector privado, que pretendía asignar a la Asociación Empresarial del Área Catedral.

Durante el debate, Arabela Carreras se declaró a favor de abrir el directorio del ente fiscalizador a los trabajadores del Cerro, "aunque el espacio pueda ser mal usado parara plantear temas o reclamos ajenos a su finalidad". Argumentó que la representación "también podría ser mal utilizada por los empresarios".

El concejal Alfredo Martín (FG) dijo que no acordaba con otorgarle un lugar fijo a la Asociación Empresaria de Catedral, porque recordaba "malas experiencias" cuando esa entidad resistió la imposición de tasas municipales. Recordó además que la AEC forma parte y es representada por la Cámara de Turismo.

En cuanto al referente de los trabajadores, Martín propuso que sea designado todos los años en asamblea, pero ese criterio fue desechado por el resto de los ediles, que prefirieron cederle al sindicato mercantil el derecho de designar a su representante.

Cortés dijo que el ejercicio de la actividad sindical en el cerro "es muy difícil, porque la empresa intenta poner delegados propios" para boicotear el trabajo de la AEC y porque "tiene un ejército de capitanes (por los jefes de cada área) que cobran muy bien y que presionan a la gente".

El Eamcec contará con autarquía "legal, económica y administrativa" y sus funciones serán las de "controlar, fiscalizar y regular en materia de servicios de transporte de personas por cable y los servicios adicionales" que se prestan en Catedral.

También deberá velar "por la estricta seguridad" de las personas, "reglamentar las normas" a las que deberá ajustarse el concesionario, al tiempo que podrá denunciar conductas anticompetitivas o monopólicas, requerir informes y aplicar sanciones previstas en las leyes y contratos.

Los recursos del Ente se comprondrán con el 50% del canon anual que pague Capsa (el año pasado fueron 2,8 millones de pesos); más las multas, decomisos, subsidios, donaciones y otros beneficios resultantes de su gestión.

También en la sesión de ayer los concejales decidieron rechazar el proyecto presentado meses atrás por el intendente Cascón con el fin de crear una sociedad del Estado con amplias atribuciones para fiscalizar y planificar todo lo relacionado con Catedral, y que incluía en paralelo una "fundación municipal" encargada de administrar lo allí recaudado.

La iniciativa había sido consensuada con los empresarios del cerro pero desde un principio encontró masivo rechazo entre los concejales.