El mercantil se quejó ante Cristina por el funcionamiento del organismo que reparte los fondos a las obras sociales para prestaciones de alta complejidad.

Pese a la imagen de unidad que intentan mostrar en público, las disputas entre los diferentes sectores internos de la CGT siguen a flor de piel y ayer volvieron a quedar en evidencia en medio del encuentro que la cúpula sindical mantuvo con Cristina Fernández. En la reunión, el grupo de los gordos (grandes gremios) históricamente enfrentados a Hugo Moyano plantearon a la Presidenta profundas críticas contra el funcionamiento de la Administración de Programas Especiales (APE), un organismo encargado de la distribución de fondos a las obras sociales para la atención de prestaciones de alta complejidad, que es controlado por Juan Rinaldi, un abogado del sindicato de Camioneros que lidera Moyano.

Según confiaron a El Cronista fuentes sindicales, los reclamos contra la APE fueron expuestos por el mercantil Armando Cavalieri, quien mantiene viejas diferencias con el jefe cegetista por su avanzada para reencuadrar dentro del convenio de camioneros a parte del personal de supermercados y mayoristas que estaba afiliado al sindicato de comercio. Los voceros confiaron que Cavalieri le trasladó a Cristina su preocupación por las demoras de la APE en girar a las obras sociales los recursos necesarios para cumplir con prestaciones médicas especiales y planteó la posibilidad de que esos fondos sean directamente distribuidos por la AFIP a las entidades de salud que administran sus gremios.

"El pedido es claramente una queja por cierto manejo discrecional en el reparto de esos fondos", explicó uno de los sindicalistas que escuchó las críticas de Cavalieri ante Cristina. Y admitió que el tema revela que, pese al retorno de los gordos a la central obrera, las diferencias entre Moyano y Cavalieri todavía persisten.

Juan José Zanola, el jefe de la Asociación Bancaria, intentó explicar públicamente el reclamo, pero rechazando cualquier vinculación con la interna sindical. "Lo que la CGT planteó es su inquietud respecto de la falta de adecuación de los aportes que reintegra la APE, que no está actualizado", afirmó el sindicalista. Pero admitió: "Ese fondo se constituye con el dinero de los trabajadores y, por lo tanto, no se puede manejar a piacere porque, de ese modo, nunca llegan reintegros y subsidios".

La APE administra $ 350 millones de pesos por año y es un organismo autárquico que se encuentra en jurisdicción de la Superintendencia de Servicios de Salud que dirige Héctor Capaccioli, un hombre de confianza del ex jefe de Gabinete Alberto Fernández.

Más allá de las críticas que Cavalieri expresó ayer a Cristina, su funcionamiento también fue cuestionado por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN).

En una reciente auditoría, la SIGEN detectó que entre 1999 y 2005 las obras sociales de los principales sindicatos, entre los que figura Comercio, no rindieron gastos por $ 330 millones que recibieron del organismo para realizar tratamientos especiales y de alta complejidad.