Publicado: 23-01-2010
 
La ministra Garré avanza frente a una nueva estafa millonaria en el Ejército. El general Pozzi, en la mira.

Un nuevo escándalo de corrupción en las filas del Ejército podría empañar la gestión del actual jefe de la fuerza, el teniente general Luis Pozzi.

Un aceitado mecanismo diseñado para direccionar una millonaria licitación fue descubierto por la dirección de Transparencia Institucional del Ministerio de Defensa. La investigación ya fue remitida al área jurídica y la ministra Nilda Garré ya habría dado el visto bueno para que la denuncia llegue a la Justicia Federal el primer día hábil después de la feria judicial.

Sobre el escritorio de Pozzi se encuentra la investigación que involucra, en principio, a dos de sus hombres de confianza: el general Germán Tagni y el coronel José Medina; ambos oficiales pertenecen a la especialidad de Intendencia.

El escándalo estalló, según fuentes del ministerio de Defensa, cuando se analizó la extraña licitación pública 2/07, destinada al servicio de mantenimiento mensual y actualización del software específico para la Contaduría General de la fuerza para 2008 y 2009.

La extraña firma que ganó un contrato por dos años por la suma de 1.680.000 pesos fue CH Sistemas Electrónicos SA, la misma empresa que gana desde 1995 la misma licitación.

Para la dirección de Transparencia Institucional de Defensa, la licitación "fue direccionada desde su origen con la finalidad de favorecer a CH Sistemas, con la adjudicación a un valor sumamente elevado".

Ese argumento es sostenido en cinco puntos: 1) La inexplicable decisión de los integrantes de la Contaduría de aferrarse a un sistema informático obsoleto. 2) La tendencia previa de la Contaduría a contratar a un único proveedor. 3) La vinculación preexistente entre integrantes de la empresa y funcionarios de la Contaduría y el Ejército.

4) Las acciones destinadas a asegurar el éxito de la selección discrecional de la proveedora simulando la competencia entre oferentes. 5) El precio abusivo pagado por el servicio y los ardides arbitrados para legitimarlo.

Un viejo negocio familiar. La maquinaria supuestamente armada para estafar las cuentas del Ejército se puso en marcha cuando el actual embajador argentino en Colombia, Martín Balza, estaba al frente de la fuerza. Fue en 1995, cuando CH Sistemas vendió, mediante una contratación directa, un sistema informático para la Contaduría por 3 millones de dólares. Desde entonces, la relación entre la fuerza y la empresa fue inseparable hasta el día de hoy.

Cuando los negocios entre la empresa informática y los militares comenzaron a cocinarse, el secretario general del Ejército era el general Ernesto Juan Bossi. Hoy, el ex general es el director de la jugosa caja de la Sociedad Militar Seguros de Vida (SMSV).

Además de otros lazos familiares y de amistad, la investigación que realizó la dirección de Transparencia indica que uno de los integrantes de CH Sistemas es Martín Bossi, hijo del general retirado del mismo apellido.

"Martín Estanislao Bossi representó a la empresa en algunas oportunidades durante el procedimiento licitatorio e integraba el equipo de trabajo", se indica en uno de los párrafos del informe de casi medio centenar de páginas que está por llegar a la Justicia.

Entre otras tantas relaciones de amistad y parentesco entre los integrantes de CH Sistemas y el Ejército, los investigadores de Garré determinaron que Adriana Insua, la analista en informática de CH Sistemas que participó desde 1998 en el equipo de mantenimiento del sistema informático de la fuerza, es la esposa del coronel José Eduardo Medina, miembro insigne de la Contaduría.

Según fuentes del Edificio Liber tador, Medina ocupó desde 1998 diferentes cargos dentro de la Contaduría, hasta llegó a ser jefe de la División Sistemas y jefe del Servicio Administrativo y Financiero. El coronel era el jefe del Departamento Contabilidad General y hoy es jefe del Departamento de Contaduría y Finanzas, además de ser uno de los hombres de estrecha confianza que puso Pozzi para manejar las cuentas del Ejército.

El coronel de intendencia Germán Tagni, director de la Contaduría, también quedó envuelto en la maniobra. Además de ser la máxima autoridad del organismo, el general participó de la Comisión Evaluadora y de otros actos del procedimiento de la sospechosa licitación.

Más observaciones. La licitación para el servicio de mantenimiento mensual y actualización del software específico para la Contaduría General de la fuerza 2008-2009, también fue observada por la Oficina Nacional de Tecnologías Informáticas de la Subsecretaría de la Gestión Pública (ONTI). Remarcó que el software ya tenía "un lenguaje de programación obsoleto" y sugirió "utilizar los sistemas contables que provee la secretaría de Hacienda del Ministerio de Economía". Esta advertencia ya se había hecho en 2004.

La Sindicatura General de la Nación (SIGEN) también había realizado observaciones: "Se ha recogido una opinión espontánea acerca de la conveniencia de estudiar la migración del proceso a un sof twa re más moderno y con mayor nivel de seguridad".

Es t a ú l t ima consideración fue realizada en 2004 respecto a la licitación abierta para el periodo 2005-2006, sin embargo, las autoridades del Ejército no las tuvieron en cuenta y no sólo que otorgaron la adjudicación a la misma firma, sino que además, el 30 de noviembre de 2006 el jefe de Finanzas de la fuerza prorrogó la contratación por un periodo más.

Fuentes del Edificio Libertador están convencidos de que "el monto de la contratación es irrazonable" y creen que el caso de CH Sistemas es sólo la punta de una telaraña de negocios, empresas fantasmas, militares y civiles corruptos.

La operación

La Direccion de Transparencia Institucional que creo la ministra de Defensa, Nilda Garre, descubrio un nuevo escandalo en el ambito de quienes administran las arcas del Ejercito.

En este caso puntual, se habrian descubierto irregularidades en la contratacion del servicio de mantenimiento mensual de un software que utiliza la Contaduria General de la fuerza, que dirige el teniente general Luis Pozzi.

La Justicia debera investigar el accionar de integrantes de la Contaduria General del Ejercito. Habria elementos que comprobarian la existencia de vinculos entre los integrantes de la empresa CH Sistemas y funcionarios de civiles y militares de la fuerza.

El coronel Tagni, director de la Contaduria, tambien quedo envuelto en la maniobra. Es la maxima autoridad del organismo y hombre de confi anza de Pozzi.