La justicia analiza el pedido de intervención a la sociedad Terminal de Omnibus de Buenos Aires S.A. (TEBA) que presentó ayer el diputado de la Coalición Cívica Juan Carlos Morán. El titular de esta sociedad, Néstor Otero, y el ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, ya están imputados en el expediente que investiga si hubo irregularidades en las condiciones del contrato que prorrogó la concesión de la estación de micros hasta el 2015. A ese dato se agregó la confirmación de que un ejecutivo de TEBA pagaba mensualmente los alquileres de la casa particular de Jaime.

El caso está dentro de la causa por asociación ilícita que denunció la Coalición Cívica y que involucra al ex presidente Néstor Kirchner, al ministro de Planificación, Julio De Vido, y a empresarios de íntima cercanía con el oficialismo. El juez es Julián Ercolini y el fiscal Gerardo Pollicita.

Las sospechas sobre la legalidad del contrato vigente con TEBA se basan en un informe de la AGN que reveló graves contradicciones.

En el 2006 y a pesar de incumplimientos y deudas por canon, Jaime firmó la renovación de la concesión de la terminal de Retiro hasta 2015 y le redujo a Otero el costo del canon a un 25% de lo que pagaba hasta entonces. El negocio incluye el cobro a cada micro de cada empresa por el uso de la dársena y el alquiler de las oficinas para las boleterías y depósitos para equipajes. A cambio tenía que garantizar una cantidad de obras por diez millones y medio de pesos.

El lista de incumplimientos de TEBA, según el informe de la AGN, es largo y difícil de justificar.

Incluye la falta de servicios de ambulancia dentro del predio de Retiro, poca o nula vigilancia y control en las paradas de taxis, ausencia de servicios de carros y maleteros, y demoras en la habilitación de rampas y ascensores para discapacitados. Según el diputado Moran, en todo el predio hay un solo elevador funcionado y está inhabilitado por cuestiones de seguridad.

Fue Carlos Menem quien entregó por primera vez a TEBA el negocio de la explotación de la estación de ómnibus. Desde entonces, los incumplimientos fueron indisimulables pero la empresa se defendió argumentando que tenía demoras en el cobro a las compañías de colectivo.

Con todo, Jaime -con el aval de Kirchner le bajó a $100.000 el canon mensual y también le otorgó la concesión de la terminal de Mar del Plata. Otero, un histórico fanáticos de los caballos con haras propio, tiene un vínculo histórico con el peronismo que supo renovar con el paso de las distintas gestiones presidenciales. A Jaime le mostró su agradecimiento pagándole el alquiler.