Un informe denunció maniobras con $ 1.800 millones en obras ferroviarias. El actual secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, salió a desmentir. Pero el organismo nacional que asesora al Parlamento ratificó el documento en todos sus términos.

Tal como había hecho tres meses atrás ante otro informe similar, el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, salió a defender ayer a su antecesor en el cargo, el cuestionado Ricardo Jaime, y a criticar a la Auditoría General de la Nación (AGN). 

Fue como respuesta a una nota publicada el domingo por el diario Clarín sobre manejos poco transparentes de unos 1.800 millones de pesos en subsidios para obras ferroviarias. Desde el organismo, ratificaron el informe y cuestionaron al funcionario.

"Cuando este informe esté convalidado por todos los auditores no tendremos ningún problema en realizar los descargos que correspondan", expresó Schiavi a la agencia estatal de noticias Télam.

Sin embargo, el informe fue aprobado por mayoría, como ocurre habitualmente en el organismo de control integrado por seis auditores (cuatro por el oficialismo y dos por la oposición) y presidido por un opositor, en este caso Leandro Despouy.

El informe lleva el número 206/09 y fue firmado hace diez días por cinco de sus siete miembros, incluidos dos representantes del oficialismo, Oscar Lamberto y Vilma Castillo. Los otros dos representantes oficialistas (Francisco Javier Fernández y Vicente Brusca) participaron ese día de la reunión pero no se encontraban presentes al momento de la votación, según dijo Despouy.

Schiavi se quejó de lo que llamó "una judicialización aberrante" y sostuvo: "Aquí lo que parece verificarse es un mecanismo nuevo en la Auditoría, que es que el auditor saca un informe, lo comenta con un diario y al otro día aparece un denunciante". Hasta ahora, el tema no llegó a los tribunales. La AGN mandó copia de su informe al Congreso, la Secretaría de Transporte, la Jefatura de Gabinete de Ministros y la Sindicatura General de la Nación (SIGEN).

"Sería interesante que Schiavi contestara el informe de la Auditoría y no hiciera declaraciones que no tienen asidero", le respondió Despouy. La Secretaría a cargo de Schiavi fue notificada del informe el 27 de mayo, pero no contestó y ni siquiera pidió una prórroga para su respuesta, tal como se prevé reglamentariamente, según dijeron fuentes de la AGN.

"De nada le sirve a la administración este informe de hace cinco años y, menos, les sirve a los diputados y senadores al tratarse de algo de hace cinco años", sostuvo también Schiavi.

Los informes de la AGN siempre son a posteriori, ya que su tarea es la de controlar el cumplimiento "contable, legal y de gestión" de las distintas áreas del Poder Ejecutivo como asesor del Legislativo. Según su propia página web, el organismo "examina hechos, actos y documentos una vez finalizados los ejercicios contables de los entes que se haya decidido auditar".

El informe de la AGN que criticó Schiavi abarcó el período que va desde el 2005 hasta mayo de 2008 y detectó una serie de operaciones que terminaron beneficiando a las concesionarias privadas que llevaron adelante inversiones pagadas por el Estado.

La AGN analizó las diez obras ferroviarias más relevantes ejecutadas en ese período por Transporte. Ellas involucran a las empresas Metrovías, TBA, Ferrovías y Ferrocentral y a la carguera Nuevo Central Argentino (NCA).

Despouy recordó que a partir de un cambio aprobado en 2006, Transporte "permitió que las concesionarias se puedan autoadjudicar las obras pagadas por el Estado a través de sus compañías controladas que se dedican a las reparaciones ferroviarias". Ello "no garantiza los principios esenciales en materia de contrataciones", dijo el informe.

A través de un comunicado, Metrovías dijo ayer haber "respetado todas las previsiones del contrato de concesión" en la compra de 80 coches y haber licitado la reparación de otros 86.