Fundada en el 2003, la Asociación Internacional para la Responsabilidad Humanitaria (HAP) es una iniciativa de muchas entidades y países que trabajan para mejorar la rendición de cuentas de aquellas instituciones que se ocupan de atender a poblaciones afectadas por desastres naturales y otras crisis. HAP pretende generar una estructura de rendición de cuentas (accountability) de confianza y ampliamente aceptada, transparente y accesible para todos los actores sociales involucrados.

En situaciones de catástrofes, la accountability es crucial porque frente a las necesidades urgentes y la vulnerabilidad de comunidades afectadas, la falta de opción entre proveedores de alivio y las consecuencias de la ayuda entregada puede ser de vida o muerte. De lo que se trata es que aquellas personas puedan participar en las decisiones que afectan sus vidas y reclamar si sienten que la ayuda que reciben no es adecuada.

Humanitarian Accountability Partnership tiene como objetivo desarrollar y mantener las normas a través de la investigación, la consulta y la colaboración; apoyar a los miembros potenciales de HAP Internacional mediante capacitación y asesoramiento, y supervisar la aplicación de la norma HAP.

Entre los países que forman parte de la HAP se encuentran el Reino Unido, Pakistán, Bangladesh, Irlanda, Alemania, Dinamarca, Malasia, Suiza, Noruega, Senegal, Australia, Estados Unidos, India, Sudáfrica, Líbano, Canadá, Finlandia, Indonesia, Holanda y Nueva Zelanda.

La responsabilidad de las organizaciones humanitarias

La "responsabilidad por el uso del poder" -así define HAP la accountability-es necesaria para que las organizaciones, que prestan ayuda humanitaria a las comunidades afectadas, aseguren que los programas pensados para atender sus necesidades sean efectivos y transparentes en su concepción e implementación.

Entre los principios fundamentales de la responsabilidad humanitaria se encuentran el compromiso con los derechos y valores humanitarios; el fortalecimiento de las capacidades de autogestión de los miembros; la comunicación; la participación en los programas; el monitoreo y la atención de quejas.

Por eso, según la Asociación Internacional para la Responsabilidad Humanitaria, “al mejorar la accountability en la organización de una manera sistémica, el programa de calidad, el impacto y los resultados, se verán reforzados”. Para ello, “los instrumentos esenciales son la aplicación de un sistema de programas de gestión de calidad, reforzado a través del aprendizaje compartido y la verificación independiente”. Según la Asociación, así será más sencillo que todos los sectores participantes: beneficiarios previstos, las comunidades afectadas, los donantes y las organizaciones intervinientes alcancen los logros previstos (por cada uno) y que éstos puedan ser mensurables.