Uno de los pueblos de la provincia de Río Negro funciona, es decir paga sueldos y financia servicios públicos, administrando un presupuesto que viene siendo prorrogado desde el ejercicio 2015.

Se trata de la pequeña localidad de Luis Beltrán, cercana a Choele Choel, en el departamento de Avellaneda. Allí, la semana pasada los miembros del Concejo Deliberante elevaron un pedido unánime al Tribunal de Cuentas municipal para que emitiera un dictamen en el que se informen los saldos de 2016, ejecutados en función del presupuesto del año anterior.

Asimismo, se le pidió al organismo de control que dé a conocer si se detectan partidas que estén excedidas dentro del plan de gastos original, para poder recomendarle al Poder Ejecutivo comunal que las corrija.

Además, los ediles reclamaron detalles sobre el ejercicio en curso, que ya está atravesando su último trimestre. “El intendente Pablo Delgado ha incurrido en incumplimiento de las funciones que establece la Carta Orgánica Municipal”, dice el documento que recibió Tribunal, en el que también se lo conmina a intervenir frente a lo que se consideran “irregularidades graves”.

Según trascendió, hace exactamente un año el cuerpo legislativo había recibido un proyecto de ordenanza para tratar el presupuesto 2017, pero fueron los propios concejales quienes no quisieron abordar el tema hasta que se les diera información, por un lado, del ejercicio 2015, que nunca se cerró y, por el otro, de 2016, año del que no se tiene ninguna precisión, ni siquiera del impacto en la cuentas públicas de los aumentos de sueldos otorgados por el municipio.

Paralelamente, desde el Concejo dudan sobre si a principios de noviembre, y tal como lo establece la Carta Orgánica Municipal, el Ejecutivo les remitirá un nuevo proyecto de presupuesto para 2018.