El Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, junto a PAMI, lanzaron a fines de junio el programa “Casa Propia - Casa Activa”, destinado a brindar una solución habitacional para adultos mayores que no cuentan con un hogar. Desde El Auditor.info dialogamos con Luana Volnovich, directora Ejecutiva de PAMI, y Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad, sobre los objetivos de la iniciativa, cómo se implementará y cuál es la situación de este segmento poblacional.

El proyecto cuenta con un presupuesto de $21.944.170.370. Ese dinero está destinado a 100 complejos de 32 viviendas colaborativas para personas mayores de 60 años en distintos puntos del país. “Es algo muy conocido en otras partes del mundo como Estados Unidos o Europa. En general son emprendimientos privados para las personas que pueden pagarlos. En este caso, somos el primer país de Latinoamérica que encara este proyecto desde el Estado”, indicó Volnovich.

Por su parte, el defensor de la Tercera Edad considera que, si bien es un avance, hace falta una "mirada integral" de la problemática que afecta duramente a un sector con jubilaciones depreciadas y sin acceso a financiaciones. 

La puesta en marcha del plan

Ya hay 26 proyectos en proceso y en los próximos tres meses se empezarán a construir los primeros lugares. El plazo para concluir con las 3.200 viviendas es de un año y medio. La construcción de las casas dependerá de los municipios, así como la inscripción para acceder a las mismas. “El predio y las viviendas son del Estado. Las personas hacen uso de ellas a lo largo de toda su vida. Luego, esas viviendas quedan en manos del Estado”, aclaró la directora de PAMI. 

¿En qué consiste el plan habitacional para adultos mayores de 60 años?

Las viviendas serán entregadas en comodato a personas que no puedan acceder a una solución habitacional. Podrán hacer uso de ellas sin tener que pagar, tendrán convivientes y en el complejo contarán con un centro de día de PAMI. “Se busca promover no solo la salud, también una visión de una sociedad más inclusiva y de vejez activa. La soledad y el aislamiento son malos para la salud”, indicó Volnovich. 

“En Argentina cuando se piensa en viviendas para adultos mayores, se piensa en residencias geriátricas. En realidad eso es por una noción errada que se asocia a la vejez con la enfermedad. Esas residencias son para personas con un alto grado de dependencia, pero hoy personas de 60 o 65 años siguen siendo jóvenes y es una oportunidad para estar con otros y empezar proyectos”, reflexionó la funcionaria.

Sin dinero que alcance

En Argentina, actualmente hay cerca 7 millones de adultos mayores, de los cuales unos 800 mil son inquilinos. Llegar a la vejez y tener que hacer frente a un alquiler o el mantenimiento de una casa, puede ser muy difícil si solo se cuenta con la jubilación. “Hoy con $23 mil no podés pagar las expensas, los servicios, hacer el mantenimiento y vivir. Este es un problema estructural que necesita de un relevamiento para saber sobre las necesidades de este grupo etario”, aseguró el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino.

¿En qué consiste el plan habitacional para adultos mayores de 60 años?

“Muchas personas llegan a su adultez sin una vivienda y eso es parte de la cronicidad de las crisis en Argentina. No hay capacidad de sostén de lo que uno puede ir adquiriendo a lo largo de la vida laboral. Muchas veces también, los más grandes son desplazados de sus propia casa por su familia. Tampoco hay acceso a créditos por parte de este sector poblacional”, indicó Semino.

Por una mirada más integral del problema

Una situación recurrente que observaron desde la Defensoría de la Tercera Edad es la dificultad para pagar las expensas. “En los últimos cinco años vemos muchas ejecuciones de casas por falta de pago de las expensas. Son departamentos grandes, adquiridos hace años, los cuales se hacen imposibles de pagar sus expensas y terminan ejecutando los inmuebles. En este caso, no se necesitaba una casa nueva. Por eso, la mirada tiene que ser más integral, muchas veces se desconoce lo que pasa con el sector”.

“Hay una deuda monumental pendiente con esta población. En los últimos tres años y medio su jubilación se depreció un 40%. Perdieron casi la mitad de su sueldo. Es una situación dramática porque no forma parte de la agenda pública. Festejo la iniciativa, pero insisto en que es necesario un relevamiento y una mirada integral”, concluyó Semino.