“Hoy el mecanismo de formulación de preguntas a quien encabeza la Jefatura de Gabinete de Ministros (JGM) es fundamentalmente un instrumento de la oposición para controlar al gobierno o intentar imponer temas en la agenda pública”, señala un reciente informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), que considera que es una oportunidad que el oficialismo pierde para instalar temas. 

CIPPEC analizó las presentaciones en el Congreso y, puntualmente, examinó los informes orales del periodo 2016-2019 en donde observó que el 96% de las preguntas corrió por cuenta de la oposición y que, en su mayoría (85%), fueron utilizadas para rendición de cuentas. En el caso de las intervenciones del oficialismo, tan solo en 64 oportunidades (casi el 4%) se buscó información o una explicación sobre el avance de las políticas públicas y sólo en 4 preguntas se pretendió instalar temas en la agenda del gobierno. Este cuadro de situación demuestra que los bloques oficialistas no ven en este proceso una oportunidad al servicio del propio gobierno, al menos hasta ahora.

Intervenciones en las presentaciones del Jefe de Gabinete de Ministros (2016-2019)
Fuente: CIPPEC
Intervenciones en las presentaciones del Jefe de Gabinete de Ministros (2016-2019) Fuente: CIPPEC

Es importante recordar que la presentación del Jefe de Gabinete de Ministros tanto al Senado como a Diputados es un mecanismo de rendición de cuentas horizontal establecido en la Constitución. CIPPEC realizó un análisis sobre el cumplimiento de esta instancia desde que se puso en funcionamiento, el 8 de julio de 1995, hasta 2018. En otro documento, realizado especialmente para ElAuditor.info por la analista del programa de Monitoreo y Evaluación de CIPPEC Lucía De Zan, explica que entre las funciones ideales del Jefe de Gabinete de Ministros se encuentran: generar un enfoque integral y de largo plazo sobre los objetivos del gobierno, coordinar las acciones para llevarlos a cabo y monitorear los alcances logrados. 

En esta línea, y siguiendo a la publicación, contar con un plan de gobierno institucionalizado convertiría a la presentación en una oportunidad para que el Poder Legislativo evalúe y reconozca la estrategia propuesta por el Ejecutivo. A su vez, el oficialismo, a través de las preguntas, podría aprovechar esta instancia para imponer los temas que le interesa que cobren mayor relevancia, impulsando una orientación estratégica.

Volviendo al análisis de los informes orales, el documento diferencia dos tipos de preguntas: las que funcionan como instancia de rendición de cuentas, en tanto piden explicaciones o información sobre el avance de políticas públicas; y las que buscan instalar temas en la agenda del gobierno. También hace otra distinción entre las intervenciones concretas, que hacen referencia a un tema puntual, y las “dispersas” que son una reflexión en voz alta o la búsqueda de una apreciación personal del Jefe de Gabinete de Ministros. 

Tipo de preguntas (2016-2019)
Fuente: CIPPEC
Tipo de preguntas (2016-2019) Fuente: CIPPEC

La evaluación que realizó CIPPEC del periodo 2016-2019 “da cuenta que las preguntas concretas muestran un mejor desempeño para tratar temas específicos y buscar respuestas puntuales valiosas”; mientras que las dispersas “solo generan un mayor volumen de intervenciones de menor calidad”.

En esta línea, las preguntas que tenían como objetivo la rendición de cuentas fueron en un 75% concretas, mientras que aquellas que buscaban poner temas de agenda fueron en un 74% de las denominadas dispersas. Esto refuerza la hipótesis planteada por CIPPEC que la presentación del Jefe de Gabinete en el Congreso no está pensada aún como una instancia en la que se busque impulsar una orientación estratégica de gobierno.

Para CIPPEC, menos preguntas pero más ajustadas a los objetivos perseguidos mejorarían la calidad de los informes

Asimismo, destaca el informe, en los últimos años hubo un fuerte aumento en la cantidad de preguntas, con el 44% del total de preguntas orales hechas desde 1995 concentradas en el periodo 2013 - 2019. “Esto diluye aún más la posibilidad de usar este recurso para indagar sobre un conjunto focalizado de cuestiones. Por lo tanto, hoy el espacio para la rendición de cuentas no implica una instancia de monitoreo de los objetivos estratégicos”, destaca.

En conclusión, el informe apunta que un mayor uso de esta instancia como herramienta por parte del oficialismo para marcar agenda, con menos preguntas pero más ajustadas a los objetivos perseguidos “mejorarían la calidad de los informes y, lo más fundamental, contribuirían a entender mejor cómo marcha la gestión de gobierno”.