“Es importante que haya ámbitos de sostén más allá del laboral”
Mariana Funes Molineri, magíster en Piscología Educacional, asegura que es clave que la gente tenga espacios donde encontrar contención. Además, resalta la importancia del trabajo colaborativo.
Publicado en el suplemento
Acciones para la Participación Ciudadana, en Diario Perfil
El estrés, la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental pueden surgir como resultado de las condiciones de trabajo o de la interacción con compañeros o jefes. Lo seguro es que nadie está exento de padecerlos. Acciones conversó con Mariana Funes Molineri, licenciada en Psicología y magíster en Psicología Educacional. “Trabajar con otro ayuda a disminuir los niveles de sufrimiento”, dice la especialista.
- ¿Cuáles son las principales problemáticas laborales relacionadas con la salud mental?
El trabajo puede generar satisfacción, pero también sufrimiento en las personas. Lo que uno observa como grandes grupos de patologías vinculadas al sufrimiento son la sobrecarga laboral producida por extensas horas de trabajo, por diversas tareas o por cuestiones relacionadas con el pluriempleo. También puede darse por situaciones de acoso en el mundo del trabajo o de violencia.
- ¿De qué forma se exterioriza ese sufrimiento?
El burnout es un síndrome donde lo que se observa en la persona que padece este tipo de patologías es agotamiento. Cierto desapego en el trabajo, nerviosismo, sensación de impotencia. A veces, se dan cuadros de adicciones que son resultado de la sobrecarga laboral. Otro de los efectos que una ve con frecuencia son las somatizaciones.
- También puede ser al revés y que los problemas de salud mental se trasladen al ámbito laboral.
En ocasiones, el trabajo puede ser un apuntalamiento y un soporte para sobrellevar los problemas personales. A veces, los inconvenientes laborales terminan impactando en la vida personal de la persona. Otras, el trabajo puede agravar estos problemas personales. En general, ocurre y es bastante frecuente cuando hay culturas organizacionales o empresas que profundizan la competencia, el individualismo, la segmentación en las tareas. Cuanto más sola está la persona, más profundo es el nivel de padecimiento que enfrenta.
Por otro lado, es importante que la gente tenga diferentes ámbitos de sostén y de soporte para transitar su vida, ya sean su familia, sus amigos, la práctica de un deporte, o asistir a una parroquia, por ejemplo. Cuando un sujeto tiene más lugares de inserción y más posibilidades de compartir con otros y con otras las diversas situaciones que le toquen transitar, será mayor la posibilidad de sobrellevar estas cuestiones, y los niveles de sufrimiento suelen bajar. Por el contrario, si la persona está toda su vida replegada sobre lo que es el espacio de trabajo, cualquier cosa que le ocurra allí va a tener un impacto de una magnitud muy distinta en su vida.
- ¿Qué generó la pandemia en la salud mental de los trabajadores?
Generó incertidumbre, angustia, no saber cómo resguardarse, cómo protegerse, qué impacto podría tener el covid en la salud. Todo lo que es el desconocimiento, el no saber cómo va a impactar en uno, la imposibilidad de predecir, de anticipar cómo salir de esas situaciones nos genera altos niveles de sufrimiento.
Pero lo que más agrava el padecimiento, más allá de la pandemia, se da cuando está rota toda posibilidad de trabajar, pensar y colaborar con otro.
Se sabe que la generación de espacios colaborativos, todo lo que sea conectar y armar puentes, tiene un efecto absolutamente saludable porque rescata al sujeto de esa soledad, de esa fragmentación y lo pone en diálogo con otras y otros. Eso permite afrontar los problemas que se originan en el mundo del trabajo.
La cooperación horizontal entre trabajadores, con el jefe, con otras áreas, el entusiasmo que genera el trabajo colaborativo, en equipo, en comunidad y en redes son herramientas que ayudan a afrontar la incertidumbre y las situaciones críticas que se puedan presentar en el empleo.
- ¿Cómo puede aplicarse el teletrabajo sin que afecte la salud mental?
Las condiciones en las que se produce el teletrabajo no deben impedir un espacio apropiado de intercambios de diálogo y de generación de vínculos y de confianza. Porque, en la actualidad, es clave todo lo que tenga que ver con conectar y comunicarse con otro.