Publicado en el suplemento 

Acciones para la Participación Ciudadana, en Diario Perfil

Guillermo Scorza es coordinador de la Soft Skills Academy de la Universidad Blas Pascal, de Córdoba. A lo largo de su carrera, entrenó a más de 15.000 ejecutivos de las principales empresas de Argentina, realizando acciones puntuales en Chile, Colombia y Perú. Experto en recursos humanos, habilidades directivas y cambio organizacional, en diálogo con Acciones definió y desarrolló los aspectos principales de las habilidades blandas. “Recomiendo no trabajar con más de 10 por persona, hay toda una vida para desarrollarlas”, adelanta. 

- ¿Qué son las habilidades en general? 
Una habilidad es una capacidad que tenemos los seres humanos. Puede haber habilidades de tipo motrices, mentales y también de tipo sociales. Las habilidades blandas se inscriben dentro de lo que pueden ser las capacidades que tenemos los humanos para convivir en sociedad, para poder trabajar, para interrelacionarnos. Dentro de las habilidades blandas, existen las intrapersonales, que tienen que ver con el propio ser, con la forma de pensar y actuar; por otro lado, aparecen las interpersonales o sociales, que son aquellas mediante las cuales los humanos nos relacionamos con el resto de las personas. 
- ¿Se nace con habilidades blandas o se pueden incorporar? 
Lo que ocurre con este tipo de capacidades es que muchos consideran que son innatas, como si se tratara de un talento. Aunque supongamos que es así, no alcanza con eso. Puedo nacer con un talento, pero luego lo tengo que desarrollar. No es lo mismo a los dos años que cuando lo necesito a los 40. Se trata de un trabajo diario, continuo y permanente. Las habilidades blandas se pueden desarrollar: hay algunas en las que puedo ver resultados inmediatos, en el corto plazo; en otras, los voy a ver en el mediano; y están aquellas en las que recién veré cambios en el largo plazo. Un ejemplo de las que se dan en un breve período de tiempo podría ser un médico que plantea: “Tengo que hacer una presentación ante un grupo de colegas y me pongo muy nervioso, no sé cómo llevarlo a cabo”. Una habilidad blanda tiene que ver con, en este caso puntual, la oratoria. Cómo hacemos para que el shock escénico no lo invada y le impida brindar la conferencia. Esto se ensaya, se lo filma para que se vea y, en una o dos semanas, la persona va a estar más preparada. En el mediano plazo, tomando el mismo ejemplo, se puede trabajar con alguien que no quiere tener tantas muletillas en una presentación. Una habilidad que se desarrolla a largo plazo, por caso, es el liderazgo. 
- ¿Cómo se trabaja el liderazgo? 
Hay diferentes modelos o estilos de líderes y uno los puede ir moldeando si se lo propone. Acá no hay que cambiar la personalidad, sino el estilo. La comunicación es vital en esto. Cómo saber escuchar, observar a mi interlocutor, saber indagar, poder consensuar ideas, tener ascendencia sobre el resto de la gente para luego influenciar sobre los demás. La influencia de un líder no está marcada por dar órdenes, sino que se trata de ver cómo le llego al otro para tener luego gente que se adapte a mi idea y me siga porque considera que es la adecuada. Ninguna de estas habilidades termina en un momento puntual. El nivel de perfeccionamiento de cada una va a depender del interesado y del motivo para el que lo quiere, cuál es el beneficio que va a lograr con su propio desarrollo. 
- ¿Existen líderes que no tengan habilidades blandas? 
Es muy complejo encontrar un líder que no tenga desarrolladas las habilidades blandas con la cual pueda llegar a la gente. ¿Cómo transmite sus ideas? ¿Cómo seduce? ¿Cómo influye? Esas habilidades son, principalmente, comunicacionales. Pero al líder, a su vez, la gente lo va a seguir por su comportamiento. Puede haber líderes positivos para hacer el bien, pero también están los que pueden conformar un equipo delictivo. Conceptualmente, tiene que ver con cómo se influye. Muchas veces confundimos modelos donde, organizacionalmente, un jefe es el líder. En las organizaciones hay mucho management: gerente, jefe, supervisores, pero escasean los que ejercen el liderazgo. Puede haber líderes informales de los que se nutren los jefes y como ellos no logran llegar al equipo, utilizan a un referente para hacerlo.