"Trabajar en el Estado me permite modificar cosas"
Usa silla de ruedas y es jefe de mantenimiento del Parque Los Alerces. Asegura que desde adentro las cosas se ven distinto y considera que incluir a alguien es hacerlo participar de trabajos que exceden a la accesibilidad.
Publicado en el suplemento
Acciones para la Participación Ciudadana, en Diario Perfil
“El desafío en mi trabajo es lograr que desaparezca la palabra accesibilidad. Que uno no tenga que andar preguntando si una persona en silla de ruedas puede ir a algún lugar”, afirma César Navarro, jefe del departamento de Obra y Mantenimiento del Parque Nacional Los Alerces, ubicado en Chubut.
Cuando tenía 28 años, se accidentó jugando al rugby. Desde entonces, se moviliza en silla de ruedas. “Había hecho muchas cosas antes de lesionarme, pero después de eso hice muchas más”, asegura. Especialista en construcción y proyectos de desarrollo urbano, conversó con Acciones sobre su tarea, las dificultades que enfrenta al tener que trasladarse en un terreno tan particular y la mirada de los demás.
- ¿Cómo llegaste a trabajar en el Parque Nacional?
En un primer momento, el Intendente se comunicó conmigo para mostrarme unas sillas especiales para trekking. Después, le mandé fotos de una rampa que permite acceder a un lago y le conté que a mí me servía para llegar hasta ahí a nadar. A partir de ese momento, me invitó al Parque a conversar y empezamos a hablar de ideas, de proyectos. El paso siguiente fue llevarme a hacer un relevamiento de las sendas, muelles y el uso de las lanchas. Después empecé a trabajar.
- ¿Cómo es trabajar en un Parque Nacional?
Nunca es igual, resulta dinámico. Ahora estoy en obras y mantenimiento. Todos los días, hay cosas nuevas para hacer, desde las pequeñas reparaciones básicas de una casa, a sendas en un bosque, muelles, rutas, instalaciones y redes. Es un desafío enorme que me dieron. El año pasado empecé a trabajar como asesor y, al mismo tiempo, en el armado de proyectos para resolver dificultades. A fines de 2022 me consultaron si me animaba a hacer la tarea formalmente. Así fue como este año empecé a desempeñarme como jefe del departamento de Obra y Mantenimiento.
- ¿Cómo es manejarse en silla de ruedas en un terreno tan particular?
Es muy complicado, pero, justamente, el desafío acá es lograr que la palabra accesibilidad desaparezca. La idea es que uno no tenga que andar preguntando si un sitio es accesible, sino llegar y tener la posibilidad de utilizar gran parte de los circuitos y sendas. En este sentido, el Parque adquirió unas sillas especiales para hacer trekking en huella. Eso mejora la posibilidad de pasar por lugares que, si no, serían de muy difícil acceso. Uno se tiene que adaptar a la situación: hay cuestiones que no se pueden hacer, pero otras que sí y, pese a eso, no están accesibles o adaptadas. Ese es el momento de poner manos a la obra. El trabajo para hacer es enorme, pero creo que el primer puntapié lo dieron al incorporar a alguien en silla de ruedas a una tarea sumamente compleja, la oportunidad que me dieron es enorme. Todo el equipo se acomoda a mi necesidad.
- ¿Te tratan de alguna manera en especial por la discapacidad que tenés?
El ser humano tiene reflejos condicionales: ve a una persona en silla de ruedas y mira al que lleva la silla, al que está parado, no a la persona con discapacidad. Es difícil incorporar que quien está en la silla puede ser jefe y, encima, de mantenimiento, una cosa totalmente fuera de contexto. En las reuniones, cuando presentamos proyectos a distintas autoridades nacionales, no me ven como una persona que está en silla de ruedas. Eso también creo que es importante para el concepto de integración. Incluir a alguien no es solamente que pueda subir a una rampa e ir al baño. Es hablarle a él y no al que va detrás, es hacerlo participar de trabajos que no tienen que ver con su discapacidad.
- ¿Ayuda trabajar en el Estado?
En la actividad privada, el dinamismo es otro, hay tiempos distintos. Esa es una de las barreras que tengo que sortear o a la que debo adaptarme en este empleo. Una de las ventajas es que, desde afuera del Estado, no hubiese podido hacer lo que estoy haciendo ahora en el Parque Nacional. Tengo la posibilidad de estar adentro para cambiar las cosas. Antes, las veía desde afuera y criticaba cosas que hoy, de algún modo, puedo entender.