La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune que afecta al cerebro y al sistema nervioso central. La pandemia afectó la calidad de vida de muchas personas que la atraviesan, no solo por temor al contagio de covid-19, sino por las dificultades para sostener sus tratamientos.

El 30 de mayo se conmemoró el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple y durante la jornada se realizaron diversas actividades para concientizar y visibilizar la temática. En ese marco, la Coordinadora General de Esclerosis Múltiple Argentina (EMA), Johanna Bauer, fue entrevistada en el programa Todas las cosas de Radio SI, donde se refirió a cómo se transita la enfermedad en tiempos de covid-19, las dificultades que encontraron los pacientes pero también algunos beneficios.

“La esclerosis múltiple en sí misma no genera más riesgo con el coronavirus. Lo sí pueden resultar riesgosos son los tratamientos, porque son inmunosupresores o inmunomoduladores”, explicó Bauer. 

Falta de chequeos y menos trabajos de rehabilitación

Más allá de que el covid en sí mismo no genera más complicaciones que las frecuentes en pacientes con esclerosis múltiple, la pandemia trajo aparejadas dificultades en los tratamientos. “No hubo controles, no hubo resonancias y las rehabilitaciones se hicieron de manera virtual, lo que genera una falta de vínculo con el otro y disminuye la supervisión de los movimientos”, analizó Bauer y reveló que muchas personas no se atendieron porque tienen miedo de ir a los centros médicos. 

Sobre el comportamiento de las obras sociales y la adaptación de los afiliados, la coordinadora del EMA señaló que al principio fue difícil. "Manejarse con la tecnología se complejiza cuando hay discapacidad. Hubo muchas demoras para adaptarse en los primeros tiempos, pero en algunas obras sociales las demoras continúan y en este tratamiento lo importante es que la continuidad”, reveló Bauer.

Entre las posibilidades de un tratamiento tardío o con interrupciones está el avance de la enfermedad, que se profundice el cuadro y sea difícil revertirlo. “No poder tener el tratamiento que te garantiza tener controlada la enfermedad genera estrés”, remarcó Bauer.

Más intercambio entre personas con EM

Sin embargo, la pandemia también representó una oportunidad de mayor intercambio y conexión entre personas que fueron diagnosticadas con esclerosis múltiple. “La virtualidad tiene mucho alcance y ayudó para concientizar. Hicimos un evento con más de 800 personas, con pacientes de distintos lugares del país. Eso generó impacto y los pacientes se animaron a gestionar controles”, sostuvo Bauer.