La Oficina del Auditor General del Canadá (OAG) realizó un informe sobre la asistencia internacional en apoyo de la igualdad de género. El organismo encargado de brindar apoyo para proyectos de esta índole no pudo demostrar cómo contribuyó a mejorar la situación en los países de ingresos bajos y medios. 

En el año 2015, Canadá adoptó la Agenda 2030 de Naciones Unidas y se comprometió a promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En la visión del país consideran que el progreso hacia muchas de estas metas se logra gracias a las actividades de asistencia internacional. De esta manera se concentraron en el Objetivo 1 sobre la reducción de la pobreza y el Objetivo 5 sobre la igualdad de género.

Desde el 1 de abril de 2017 hasta el 31 de marzo de 2021, la asistencia internacional de Global Affairs Canada promedió 5.200 millones de dólares por año fiscal y se gastó en asistencia humanitaria en respuesta a emergencias; asistencia multilateral a organizaciones que reúnen dinero para el desarrollo de múltiples donantes; asistencia bilateral a organizaciones individuales en apoyo de proyectos específicos.

"El departamento perdió la oportunidad de demostrar el valor de la asistencia internacional”.

De ese monto el departamento proporcionó un promedio de 3.500 millones de dólares al año, desde abril de 2017 a marzo de 2022, como asistencia bilateral para el desarrollo en países de ingresos bajos y medianos. Resulta que Global Affairs no utilizó sus indicadores de políticas para capturar los resultados de muchos de los proyectos, ni tampoco estaba realizando un seguimiento de las contribuciones a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. “Como resultado, el departamento perdió la oportunidad de demostrar el valor de la asistencia internacional”, indica el informe.

Puntualmente Global Affairs Canada “no pudo demostrar cómo los 3.500 millones de dólares en asistencia bilateral mejoraron los resultados para las mujeres y las niñas, explicaron desde el organismo de control. Esto sucedió porque los auditores hallaron archivos de proyectos incompletos o faltantes que no respaldan el seguimiento de los resultados generales en comparación con los objetivos de las políticas. 

Además, 24 de los 26 indicadores que el departamento había creado para monitorear el progreso con respecto a los objetivos de política no midieron los resultados. “Esto hace imposible que el departamento contabilice con precisión los resultados de los proyectos financiados”, asegura el informe. 

También se halló que el departamento no cumplió con dos de cada tres compromisos de gasto, los cuales fueron diseñados para aumentar los beneficios de la asistencia. Sucedió que los años fiscales 2020-21 y 2021-22 se vieron afectados por acontecimientos mundiales como el coronavirus y la invasión a Ucrania. “Estas reasignaciones tuvieron un impacto en la capacidad del departamento para cumplir con los objetivos de gasto”, remarca el organismo.