Innovadores gubernamentales: una apuesta por la transformación de la Administración Pública Nacional
El programa busca seleccionar y formar a jóvenes profesionales que fortalezcan las capacidades del Estado. Serán incorporados al Cuerpo de Administradores Gubernamentales.
Bien aprovechada la transformación digital puede aportar a la Administración Pública Nacional un mayor vínculo con la ciudadanía, optimización de recursos y menos burocratización. Para que esto sea posible, es clave contar con personal capacitado que desarrolle y lleve adelante iniciativas de sistematización y análisis de datos que generen efectos sociales, económicos y de valor.
El programa Innovadores e Innovadoras Gubernamentales, anunciado por Nación, busca seleccionar y formar a jóvenes profesionales especializados que fortalezcan las capacidades del Estado. Si bien aún no se lanzó la convocatoria, en una primera camada se elegirían 200 trabajadores que serán incorporados al Cuerpo de Administradores Gubernamentales.
“El fin del programa es que nuestras instituciones públicas se vuelvan más colaborativas, ágiles e innovadoras”, señala Cynthia Zapata, administradora gubernamental. En este sentido, destaca que los perfiles requeridos deben contar con un “conocimiento profundo del Estado, sus instituciones, normas y procedimientos pero enriquecido con nuevas habilidades desarrolladas a partir del manejo de las tecnologías que actualmente facilitan el trabajo de todos”.
“La idea rectora no consiste en sustituir sino en complementar la carrera administrativa tradicional”.
Los aspirantes deberán contar con capacidades diversas y la meta es que la convocatoria tenga una amplia difusión, que alcance a personas que provengan tanto del ámbito público como privado y de las distintas provincias del país. “Se previó la instrumentación de un proceso de selección riguroso, con altos estándares de transparencia, claridad y objetividad”, afirma Zapata.
Además se prevé implementar la figura de un círculo de mentores de acompañamiento permanente durante el desarrollo del curso selectivo, quienes aportarán su guía y experiencia en la gestión pública a nivel nacional, provincial y local. Según explica la administradora gubernamental, “la idea rectora no consiste en sustituir sino en complementar la carrera administrativa tradicional”.
Qué aportes harán los innovadores
Los roles de los innovadores gubernamentales en los diferentes organismos públicos serán los de poner en práctica iniciativas y propuestas que aporten a la innovación, la profesionalización y jerarquización de la función pública. Las acciones que lleven adelante serán monitoreadas para analizar el impacto real que tengan en los asuntos públicos.
Los innovadores -señala Zapata- deberán ser capaces de abordar múltiples problemáticas desde el ámbito público, a partir de una formación conceptual y metodológica, donde se profundice el compromiso social, las habilidades digitales y el conocimiento del Estado y sus interrelaciones.
Para Horacio Cao, también administrador gubernamental, el programa está pensado en función de uno de los espacios en donde el Estado tiene “una falla sistémica” y que es el lugar en donde conviven la técnica con el conocimiento de la burocracia y de la política. “Se precisa un expertise muy peculiar. No sólo son necesarios doctores o gente con capacidades técnicas, sino también con experiencia en gestión estatal, lo que excede el conocimiento académico o tecnológico ya que debe comprender toda una serie de variables sociológicas y políticas”, indica.
Los cambios requeridos
En función de qué cambios o innovaciones se requieren, Cao -quien coordina una investigación en el Instituto Nacional de la Administración Pública sobre los estados del futuro- advierte que es materia de estudio pero se vislumbran dos ejes centrales: por un lado, la supresión de los trámites; por otro, el traspaso de un “trabajador administrativo a un trabajador digital”.
Con respecto al primer aspecto, indica que las nuevas tecnologías parecieran venir a transformar la burocracia a partir de inteligencias artificiales y modelos de automatización que permitirían un “estado sin trámites”. Cao explica que con una legislación adecuada se puede establecer un sistema que facilite gestionar sin necesidad de molestar al usuario o al beneficiario, “solamente tener que preguntarle en el caso de que sea parte de sus potestades tomar algún tipo de decisión”, señala.
En segundo lugar, según Cao, se producirá una conversión del “trabajador administrativo o cuello blanco al trabajador o cuello digital”. Sobre este punto describe que el traspaso no implicaría una reducción de personal sino más bien un cambio de perfil. “Es más bien una reconversión del personal a diferencia de lo que pasó con el trabajador de cuello azul o de línea de montaje donde sí se perdieron puestos. La automatización de diferentes circuitos tiende a generar sesgos con lo cual hay que generar que el personal que antes lo hacía mecánicamente ahora controle que esos sesgos no generen el desvío de objetivos y de otra serie de problemas que se están dando con estos registros automatizados”, asevera.
En este sentido agrega que “justamente la incorporación de los innovadores gubernamentales es que sean capaces de promover espacios con las aristas más virtuosas de estos cambios y evitar aquellas más complejas o que pueden tener efectos negativos”.