En 2021 la mortalidad en Argentina estuvo un 26,3% por encima de lo esperado, lo que corresponde a 89.895 muertes en exceso. La mayor cantidad de decesos se registró en el primer semestre, cuando se produjo la segunda ola de COVID-19 por la introducción de variantes de mayor transmisibilidad y gravedad, principalmente Gamma.

Estos datos surgen de los informes "Estadísticas Vitales 2021" y "Exceso de mortalidad 2020-2021" que fueron presentados por el Ministerio de Salud. El texto expone que la enfermedad pandémica desplazó a otras afecciones como principal causa de muerte, a similitud de lo ocurrido en otros países de la región. 

Durante 2021 fallecieron 432.224 personas en el país.

De acuerdo al documento, durante 2021 fallecieron 432.224 personas en el país. Y la tasa de mortalidad aumentó de 8,3 por mil habitantes en 2020 a 9,5 por mil habitantes en 2021. 

En detalle, del total de muertes, 84.698 se debieron a enfermedad por COVID-19, registrándose el mayor número de muertes (90%) en las personas mayores de 55 años. El coronavirus fue la primera causa de fallecimiento entre las personas de 25 a 74 años y el segundo motivo de muerte en mayores de 75 años -por detrás de las enfermedades cardiovasculares-, según los datos de estadísticas vitales 2021 que presentó el Ministerio de Salud de la Nación.

El exceso de mortalidad registrado en 2021 en Argentina fue sensiblemente más bajo que la mayoría de los países de la región, como Brasil (34,3%), Ecuador (35,3%), México (42,6%), Colombia (44,2%), Paraguay (55,2%), Bolivia (57,9%) y Perú (60,9%), según los datos de Our World in Data (que recopila información de fuentes oficiales). 

Al tomar en consideración los 2 años de emergencia sanitaria, el exceso de mortalidad registrado en nuestro país disminuyó al 18,2%. En ese caso, dicho indicador en Argentina es superior al de Uruguay (5,1%) y Chile (17,3%) y sigue siendo más bajo que el alcanzado por otros países de Latinoamérica como Brasil (24,3%), Paraguay (31,8%), Colombia (32,9%), México (41,1%), Ecuador (43,9%), Bolivia (50,1%) y Perú (55,3%), según datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este cálculo es una metodología que compara el número total de muertes esperadas, de acuerdo a un promedio de años anteriores (en el caso de Argentina, 2015-2019), con las muertes efectivas que ocurrieron durante la pandemia.

Sin embargo, para calcular el exceso de mortalidad no se utilizan los datos del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS). Se recurre a estadísticas vitales obtenidas de los certificados de defunción, son consolidadas y luego enviadas, de manera anual, al nivel nacional por las jurisdicciones. 

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Mortalidad materna

El impacto de la pandemia también se observó en el aumento de la mortalidad materna. En 2021 esa tasa fue de 7,4 mientras que el año anterior había sido de 4,1 por cada 10 mil nacidos vivos. 

De las 393 muertes maternas registradas en ese año, 220 corresponden a personas gestantes que fallecieron debido a COVID-19 durante el embarazo, parto o puerperio.

El 56% de esta clase de fallecimientos en 2021 se debieron a COVID-19 (80% de manera indirecta). En cifras, en 2020 se identificaron 37 muertes por esta enfermedad, el año posterior se registraron 220.

Acceso a la salud en Argentina

Éforo presentó, en septiembre de 2022, un informe sobre brechas regionales en Argentina. En lo que respecta a la cuestión sanitaria, se analizaron indicadores como tasa de mortalidad infantil, causas de mortalidad materna y los porcentajes de la población sin cobertura de salud entre las 24 jurisdicciones del país. 

El coronavirus fue la primera causa de fallecimiento entre las personas de 25 a 74 años.

El documento advierte que el servicio público de salud no es homogéneo en cuanto a acceso, calidad o recursos destinados, sino que depende de cada jurisdicción. 

A su vez, Éforo observó que la provincia que más gasta por habitante en salud septuplica (siete veces más) en recursos a la que menos gasta. Además la tasa de mortalidad infantil en las jurisdicciones de peor desempeño duplica a las de mejor resultado y hay provincias donde el riesgo del parto es ocho veces superior respecto a las de mejores resultados.

Mientras que el promedio nacional de personas sin cobertura de salud se ubica en 37%, hay provincias en las que el mismo indicador supera el 50%. Tal es así que más de la mitad de los habitantes de determinadas provincias no cuentan con cobertura de salud.  

La situación se vuelve aún más crítica cuando se trata de la población femenina. En todas las provincias las mujeres presentan mayores niveles de cobertura que los varones, ellas dependen más del sistema público de salud.