Publicado en el suplemento 

Acciones para la Participación Ciudadana, en Diario Perfil

Patricia Malnati es la presidenta de JOMSALVA y vicepresidenta del departamento de Ambiente y Sustentabilidad de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA). Aunque la empresa está dedicada a la industrialización del caucho, ese mundo nunca había sido del todo suyo: “Soy contadora pública y tenía un negocio de ropa para niños”, cuenta. ¿Cómo llegó entonces a liderar la firma? Vueltas de la vida que incluyen el fallecimiento de su hermano y una sucesión inesperada. Desde ese momento, es la CEO de la compañía en un rubro donde predominan los hombres. 

- ¿Cómo surgió JOMSALVA?

Es una PyME familiar fundada por mi padre en 1973. La empresa se dedica a la industrialización del caucho. Formula, desarrolla y fabrica compuestos para todas las industrias que realizan piezas o productos de goma, lo vendemos semi elaborado. En 1997, a raíz de una sucesión familiar inesperada por la muerte de mi hermano, asumí el liderazgo de la compañía y en la actualidad se está incorporando mi hijo. Por otro lado, me interesa comentar que proponemos el camino sostenible. Desarrollamos soluciones sustentables a partir del caucho, estamos focalizados en la economía circular, trabajamos con caucho recuperado, como neumáticos fuera de uso. Nuestro objetivo es ir hacia la neutralidad de carbono. 

- ¿De qué se encarga la Red de Mujeres y Caucho de la que usted es parte?  

Hace algunos años, comencé a acercarme a espacios donde veía a mujeres trabajando para fortalecer el liderazgo de ellas u otras en la industria. Así llegué a la Red de Mujeres de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires. Luego, empecé a mirar qué estaba pasando con las mujeres en mi sector. 
En la Red somos más de 100. Muchas conseguimos asumir un rol de liderazgo importante en nuestras empresas, por lo que podemos generar un compromiso y sensibilizar a nuestros pares sobre la importancia de incluir a la mujer en la industria del caucho. El sector empresarial tiene conocimiento de la Red y parte de nuestro trabajo es educar a esos líderes para que puedan entender la importancia de incorporarnos a nosotras a los negocios. Otra parte del acompañamiento que realizamos es fomentar y ayudar a que las mujeres tengan más herramientas para sumarse a un sector bastante masculino. 

- ¿Qué retos enfrentó por ser mujer? 

Hace 26 años que lidero la compañía y, durante un largo tiempo, solo me dediqué a salir adelante, trabajar, sostener la empresa y aprender. No tomaba en cuenta situaciones que me pasaban, creía que eran normales. Pero con el tiempo, me fui dando cuenta de que esos episodios tenían mucho que ver con prejuicios y sesgos de género. Por ejemplo, mesas de trabajo de hombres a las que no me invitaban, aún cuando yo era la CEO y dueña de la compañía. Nos enfrentamos a situaciones donde muchos creen que ser simpática es estar de levante y no es así. A través de los años fui logrando el respeto y el cariño de mis pares. El tiempo me permitió tener la oportunidad de sentarme en las diferentes mesas y ser la que plantea: “Si no hay mujeres, no nos reunimos”. Parte del camino fue poner límites, aprender a hablar con los hombres siendo mujer. Siempre quise ser yo en el sector, nunca intenté copiarme de los hombres, ni de sus actitudes.

- ¿Cómo se rompe el techo de cristal en el mundo empresarial?  

Además de luchar contra los sesgos de género, hay que terminar con la desigualdad salarial, la brecha en la participación y el desempleo femenino. Hay que promover políticas de trabajo más flexibles, ser equitativos y promover la paridad de género en los puestos de toma de decisiones.  

-¿Qué hace desde su empresa para cerrar o achicar la brecha?  

Tenemos más mujeres que hombres en los mandos medios: son tres y, además, la gestión de residuos está a cargo de una mujer. Por otro lado, a medida que vayamos automatizando procesos, poniendo las herramientas adecuadas para que no sea una tarea pesada ni de carga, vamos a poder incorporar a más. 
- ¿Cómo ve la posibilidad de haya más mujeres en puestos de liderazgo?  

Lo veo posible, sé que es un camino largo el que tenemos que recorrer, pero las redes de mujeres son muy importantes. En la medida en que seamos más liderando, vamos a lograr que otras ingresen en la base de la pirámide y así ir subiendo, peldaño tras peldaño, hasta lograr llegar a la cima.