El próximo 22 de octubre se llevarán a cabo las elecciones generales y desde el 17 de septiembre circulan, en medios de comunicación, las publicidades electorales de los candidatos que se someterán al voto popular. La distribución de los espacios se dio a través de un sorteo público organizado por la Dirección Nacional Electoral (DINE).

En este marco, durante el sorteo, se distribuyeron los espacios correspondientes a 2.751 medios de todo el país, de los cuales 2.453 pertenecen a radios AM y FM y 298 a servicios de TV.

Las categorías que participaron de la asignación son las de presidente; vicepresidente; parlamentarios del Mercosur por distrito nacional y regional; senadores y diputados nacionales; gobernador y legisladores provinciales para aquellos distritos que adhirieron al régimen de campañas electorales.

Metodología del sorteo

El sorteo público se inicia con dos procesos. Por un lado, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) manda los listados de Servicios de Comunicación Audiovisual (SCA) habilitados para transmitir publicidad electoral. Por otro, las agrupaciones políticas gestionan los espacios asignados en radio y televisión a través del Sistema de Administración de Campañas Electorales (SACE).

Todas las emisoras de TV abierta, por cable, señales nacionales, radios AM y FM, habilitadas por ENACOM tienen que ceder, de manera gratuita, el 5% de 12 horas de transmisión (2.160 segundos por día).

El pasado miércoles 13 de septiembre se realizó el sorteo que permite a las fuerzas políticas transmitir sus mensajes y propuestas de campaña por un plazo de 33 días.

¿Cómo se financia una elección desde el Estado Nacional?

Fundación Éforo en mayo de 2023 lanzó el informe Políticas Electorales en Argentina, en el cual analizaron la trayectoria del gasto público destinado al funcionamiento de los partidos políticos y a la política electoral (GPPyE), entre 2007 y 2022. En el mismo se dio a conocer el conjunto de erogaciones destinadas a financiar la actividad ordinaria de las agrupaciones políticas del país y los gastos que demanda llevar a cabo elecciones nacionales, tanto presidenciales como legislativas. 

El análisis destaca que el gasto destinado a partidos y política electoral pasó de $30,000 millones (0,04% del PBI) en 2007 a $50,360 millones en las siguientes elecciones (entre 0,05% y 0,08% del PBI). “Este incremento se explica sólo de forma parcial por la instauración de las PASO”, remarca.

En Argentina una elección presidencial como la de 2023 ronda en un gasto $47,523 millones, mientras que las de término medio alcanzan una media de $41.730 millones. La elección presidencial de 2015, en la que hubo segunda vuelta, fue la más cara: $62,975 millones, seguida por la de 2011, en la que se ejecutaron $58,296 millones.