A dos semanas del jueves 8 de noviembre (el 8N), Dante Gullo, Daniel Muchnik, Atilio Boron y Gerardo Milman, dialogaron con gestionpublica.info y brindaron su parecer acerca de la situación política actual y sobre lo que dejo la movilización.

Dante Gullo Legislador porteño por el Frente para la Victoria (FPV)

Hoy hay una democracia que permite que cualquiera que quiera manifestarse lo haga. Los sectores que se movilizaron el 8N tienen una multiplicidad de demandas, pedidos y reclamos que van desde cosas genéricas a sectoriales pasando por situaciones personales. Sintetizar todo eso no es fácil. Además, no es tarea que deberíamos hacer nosotros, sino que la oposición tendrá que ver cómo va a encarar a un sector social, que se expresa sin un partido ni un programa, pero que obviamente en general vota a la derecha o a la centro derecha. La tranquilidad nuestra es que son sectores que al otro día tienen asegurado el trabajo.

Gerardo Milman Diputado nacional por el Frente Amplio Progresista (FAP)

La Cámara de Diputados es la cámara que representa al pueblo de la Nación argentina. Por lo tanto, si una masa importante de ciudadanos que son parte del pueblo han tenido semejante cantidad de manifestaciones en todo el país, los representantes del pueblo tenemos que hacer eco de las demandas.

Por primera vez tuvimos una marcha que ha puesto la prioridad en cuestiones constitucionales. Esto es fruto de que hay una crisis económica que hace que la gente ponga el acento en la inseguridad y en la corrupción.

Daniel Muchnik Periodista e historiador

Definiría al 8N como una nueva forma de expresión popular en un país que no conocía este tipo de encuentro, donde no había sándwiches, ni ómnibus. Nadie le pago nada a nadie. Fue una expresión popular clara con algunas consignas.

Con mis amigos tengo una intensa polémica. Por un lado, yo tengo miedo que este tipo de manifestaciones populares termine en la nada como ocurrió en Europa y EEUU con los indignados. Yo sostengo que sino hay un elemento político exigiendo el cambio para que se cumpla esa decisión, el movimiento no sirve para nada. Muchos amigos sostienen lo contrario y consideran que esto es muy necesario y va a imponer cambios. Algunas razones tienen.

Los pocos medios opositores que quedan se han abrazado a esta manifestación popular masiva como una gran crítica al gobierno. Personalmente, creo que no es una mirada equivocada esta. Están juzgando una movilización de gran dimensión en donde apareció la juventud. El kirchnerismo sostiene que solo ellos tienen juventud en la Cámpora.  Pero yo he visto en esta protesta a muchos jóvenes. No creo que sólo fue la clase media. Creo que la movilización fue policlasista

Atilio Boron Sociólogo y Politólogo

Fue una manifestación muy importante y multitudinaria. Tuvo mucho impacto en algunas zonas del país y en otras paso desapercibido. Evidentemente estamos en un hecho político de mucha significación. 

Fue una movilización de un sector social bastante homogéneo, pero no caería en el extremo de decir que solamente fueron a protestar clase media y alta. Creo que hubo gente de la baja clase media que también participó y en algunos sectores inclusive se podía ver gente de un sector social más humilde.

Los motivos de queja eran algo difusos. El tema de la seguridad afecta a toda la sociedad, pero el tema del dólar a un sector clásico de clase media acomodada.

La actitud militante de los medios no se puede ignorar.  Las dos semanas previas, en varias radios y canales de televisión era evidente que había en marcha un dispositivo para crear un hecho multitudinario.

Creo que el gobierno debería dar una respuesta. No hay que desoír el mensaje que se dio, aunque tampoco el gobierno tiene que salir corriendo a satisfacer cada una de estas disimiles discusiones.