Delincuencia y deriva
De DavidMatza*. Delincuencia y derivaes una obra clásica para entender el delito juvenil más allá de prejuicios estigmatizadores. Autor de culto por su originalidad para abordar el tema, cuestiona los supuestos de la criminología y la sociología, que tienden a presentar a las personas que infringen la ley como si fueran seres de otro planeta, al dar por sentado que hay una subcultura delictiva aislada por completo de la cultura convencional.
Por el contrario, quienes delinquen comparten muchos de los valores de esta cultura y alternan los episodios delictivos con acciones tan comunes como la concurrencia a la escuela y la vida social o familiar. Es decir, no están fatalmente condenados a delinquir todo el tiempo.
Con formidable agudeza analítica, Matza propone conceptos novedosos para revelar los nexos entre la cultura del delito y la convencional, y explicar quiénes llegan a infringir las normas y qué puede impulsarlos a hacerlo. Así, define la incidencia de las técnicas de neutralización, que son los argumentos y las creencias que permiten poner en entredicho la legitimidad de la ley y suspender la evaluación moral negativa de las acciones ilegales. A través de estas técnicas, el individuo ingresaría en un estado de deriva, una suerte de limbo en el cual puede quebrar ciertas leyes, sobre todo si está movido por la desesperación o por la tentación de participar en un hecho muy planificado y sin riesgos. A ese estado, situado entre la determinación y la libertad, entre la posibilidad de mantenerse dentro de la ley o cruzar sus límites, ingresan sobre todo las franjas subalternas de los jóvenes de sectores populares.
La incomodidad que provocó Delincuencia y deriva fue proporcional al soplo de aire fresco que representó para quienes se interesaron y se interesan en pensar el delito y otros problemas desde perspectivas renovadas, más allá de las formas habituales de abordaje tanto en la academia como en la opinión pública o en las políticas de Estado.
David matza
Nacido en 1930 en Nueva York, es uno de los más influyentes sociólogos estadounidenses, ya que desde mediados del siglo XX se lo reconoce como referente fundamental en los estudios acerca de la delincuencia juvenil. Obtuvo su doctorado en Economía y Sociología en Princeton, y una beca posdoctoral en el programa de Ciencia de la Conducta y Ley de la Universidad de Chicago. Fue docente en la Universidad de Temple y en la de California en Berkeley, donde actualmente es profesor emérito en Sociología. Allí también se desempeñó como investigador adjunto en el Centro de Estudios del Derecho y la Sociedad y en el Instituto para el Estudio del Cambio Social. Fue responsable de reseñas biográficas en The American Sociological Review, y en el Journal of Criminal Law, Criminology and Police Science. Además de Delincuencia y deriva, se destacan libros como El proceso de desviación y su trabajo en colaboración con el criminalista Gresham Sykes, que dio origen a su célebre teoría de la neutralización.