El déficit fiscal, registrado entre 2009 y 2012, superó el superávit acumulado de los primeros seis años. Este dato, entre otros, compone el dossier que presentó en el Congreso Nacional la semana pasada el titular de la Auditoria General de la Nación (AGN), Leandro Despouy, el cual recopila los informes emitidos por el organismo de control entre 2003 y el último ejercicio aprobado en septiembre de este año— correspondiente a 2012.

Entre otras cuestiones, el documento revela cómo han evolucionado las cuentas públicas en la última década, así como también da a conocer cuáles fueron las principales observaciones a lo largo de los años sobre la ejecución presupuestaria y los estados contables de la Administración Nacional. Por ejemplo, el trabajo indica que los subsidios a la energía y al transporte pasaron de representar 3,3% del presupuesto en 2004 a 16,5% en 2012. Además, advierte que las transferencias discrecionales hacia gobiernos provinciales y municipales prácticamente se duplicaron en los últimos diez años.

En diálogo con el programa Lado C, que se emite por Radio Belgrano de lunes a viernes a las 10 de la mañana, Despouy recalcó que esta discrecionalidad conduce a una discriminación con respecto a ciertas provincias que no comparten la misma afinidad política del Ejecutivo. En este sentido, el jefe de la AGN fue categórico e indicó: El presupuesto se transformó en una herramienta de disciplinamiento político.

El documento, cuya presentación tuvo lugar en el salón azul de la Cámara de Senadores, alerta sobre la creciente brecha entre el crédito inicial aprobado por el Congreso y el gasto que luego autoriza el Poder Ejecutivo. Además, detecta falta de objetivos y metas tendientes a evaluar el adecuado uso de los fondos públicos. Por otra parte, en los últimos 10 años la ANG observó fallas en el tratamiento de proyectos de inversión y ausencia de datos con respecto a obras que el Estado Nacional realizó de manera indirecta mediante transferencias de capital.

El punto que tal vez despertó más revuelo tiene que ver con el estado contable de la ANSES. Es que, según Despouy, el organismo de control no pudo emitir una opinión respecto a las cuentas de la agencia que administra Diego Bossio.

Por este motivo, el jefe de la AGN junto a los Auditores radicales, emitieron un voto de minoría en disidencia fundado en la gran incertidumbre sobre la sustentabilidad de la ANSES. De acuerdo a las cifras del dossier, el ente percibió hasta 2012 el 43,6% de los recursos presupuestarios y a contramano de las normas profesionales locales e internacionales— no registra la deuda con los aportantes al sistema, no contabiliza tampoco la totalidad de los juicios en su contra (58% quedaron afuera en 2012) y, además, presenta inconsistencias en los criterios de valuación de sus activos.

Por último, Leandro Despouy consideró que este informe constituye una exigencia de la democracia misma. Esperamos que el Congreso debata la cuenta de inversión como corresponde. Este material va a ser muy útil para ello, anheló el presidente de la AGN quien, además, pidió abrir un debate sobre la rendición de cuentas y sobre las deformaciones que se producen en la ejecución presupuestaria.