Durante el año pasado, la Auditoría General de la Nación (AGN) aprobó y publicó en su sitio web 150 informes financieros; un total que fue conformado por 76 investigaciones sobre préstamos multilaterales y 74 trabajos que analizaron los balances de distintos organismos del Estado.  

De ese total, el 23% obtuvo un dictamen favorable; fueron 35 auditorías en total, 24 dedicadas a los créditos externos y solo 11 sobre los estados contables de los entes públicos. 

Las auditorías financieras son las que buscan determinar si los estados contables de una empresa o dependencia del Estado son razonables, es decir, si los números expresados en los balances reflejan la situación económica y financiera del ente investigado.

Con ese criterio, la AGN con formula dictámenes que incluyen distintas calificaciones. Ese es el caso de los “favorables”, que son los que indican que la información vertida en los estados financieros examinados es razonable desde el punto de vista económico, financiero y patrimonial, e implican el juicio más positivo de los fiscalizadores. 

También existen los dictámenes “favorables con salvedades”; significa que entre los hallazgos del auditor hay excepciones que no permiten una calificación totalmente positiva. 

Sin llegar a ser un dictamen negativo en sí mismo (pero tampoco positivo), en tercer lugar aparecen las “abstenciones de opinión”, opiniones provocadas -generalmente- por las limitaciones al alcance del trabajo de la AGN, o bien, por la incertidumbre que generan los datos obtenidos durante el análisis. 

Préstamos multilaterales

De las 76 auditorías sobre préstamos multilaterales aprobadas el año pasado por la AGN, como ya se dijo, 24 tuvieron dictamen favorable; 51 fueron favorables con salvedades y un trabajo se dedicó al control interno. 

En líneas generales, las salvedades señaladas tuvieron que ver con limitaciones en el alcance de los trabajos por reclamos judiciales pendientes que a la fecha de los informes se encuentran en alguna etapa administrativa o sin resolución final; diferencias en valuación de determinados rubros de los estados financieros; falta de inventarios valorizados y completos; diferencias en el origen de los fondos; e insuficiente documentación de respaldo.

En esta categoría no se registraron informes con abstención de opinión.

Estados financieros

Por otra parte y sobre un total de 74 auditorías de estados contables, solamente 11 informes tuvieron dictamen favorable.

Además, hubo 18 favorables con salvedades, 14 informes de revisión limitada (que no se hacen en base a un año completo, sino durante un lapso menor), 13 sobre control interno, dos investigaciones especiales y 16 abstenciones de opinión.   

Las salvedades

Entre los dictámenes favorables con salvedades se puede destacar la auditoría sobre los estados contables de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Es que, mientras se desarrolló la investigación, este ente se encontraba estrenando un flamante sistema informático de gestión económico-financiera, por lo que varios aspectos importantes quedaron pendientes de revisión. No obstante, sí se detectó la falta de un inventario confiable, debilidades de control en el proceso de liquidación de cargos normados en el Código Aduanero, más allá de la incertidumbre suscitada por los juicios que enfrenta el organismo. 

El año pasado, en tanto, se aprobaron dos informes sobre los estados contables del Banco Nación, correspondientes a 2009 y 2010. En estos casos, las salvedades detectadas se debieron a deficiencias en el control interno de la entidad y en el resguardo de documentación. 

También fue aprobado el informe vinculado al balance de la Casa de la Moneda, en el que la salvedad estuvo relacionada a una controversia entre la entidad y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires respecto a la liquidación del impuesto sobre los ingresos brutos. 

Déja vù 1

Otra auditoría que obtuvo dictamen favorable con salvedades fue la hecha en la empresa energética Nucleoeléctrica Argentina.

La salvedad expresada por la AGN surgió tras detectar que en los estados contables de la compañía no se había valuado correctamente los valores fiduciarios que emitió y que estaban destinados a financiar la construcción de la central nuclear Atucha II.

Algo parecido ocurrió con el informe aprobado en 2011 sobre la misma firma, en el que la salvedad estaba relacionada a que no se pudo obtener los estados contables auditados del Fideicomiso de Administración del Proyecto de Finalización de la Central Atucha II.

Y en 2010 se aprobaron tres informes sobre Nucleoeléctrica, más precisamente su estados contables 2007, 2008 y 2009, con la misma salvedad.     

Abstención y déja vù 2

Por el lado de las auditorías con abstenciones de opinión, varios informes aprobados el año pasado tienen antecedentes idénticos de ejercicios anteriores. 

Sin ir más lejos, el año paso la AGN se abstuvo de opinar sobre el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI). Las principales causas: los auditores se vieron obligados a trabajar con un sistema  informático que presentaba debilidades, hubo diferencias en los créditos a cobrar e inconsistencias relativas al cálculo de la previsión para  contingencias.

Es el caso de los dos trabajos sobre la Administración General de Puertos (estados contables 2007 y 2008), en los que la incertidumbre de los auditores se relacionó a que no fue posible presenciar arqueos de fondos ni cortes de documentación; tampoco se logró evaluar el control interno al cierre de cada ejercicio. Los informes añadieron que el circuito administrativo contable es de baja confiabilidad y se remarcó que faltaba documentación de respaldo. 

Lo mismo, literal, figura en los informes aprobados en 2012 sobre los estados contables 2004, 2005 y 2006. Lo mismo, literal, figura en el informe aprobado en 2011 sobre los estados contables de 2003.

La AGN se abstuvo de opinar sobre los estados contables de Fabricaciones Militares, entre otras cosas, porque las causas penales y civiles derivadas de la explosión de Río Tercero no habían tenido resolución. Además, la previsión contable de la entidad no pudo ser evaluada en su razonabilidad, y no se pudo evaluar la razonabilidad del saldo de activos intangibles.  

Lo mismo pasó con los informes aprobados en 2012, 2011 y 2010.

También el año pasado, la Auditoría se abstuvo de opinar en relación a los estados contables de dos empresas que son controladas por Aerolíneas Argentinas y Austral. Son Aerohandling y Jet Paq, y la incertidumbre sobre sus balances radica puntualmente en esa condición de depender operativamente de las líneas aéreas re-estatizadas que en los últimos años han incrementado sus pérdidas acumuladas.  
  
Lo mismo pasó con los informes aprobados en 2012 y 2010.