Tras conocerse la experiencia de Quilmes, que posee una Auditoría interna, el ex Fiscal y Director de Investigaciones de la Oficina Anticorrupción, Manuel Garrido, deseó que más municipios generen ideas similares. Lo dijo durante su exposición en la jornada Ciudad Auditada, organizada tiempo atrás por la Fundación Éforo.

Además, Garrido consideró que su implementación a nivel municipal colaboraría con la tarea de control que ejerce el Tribunal de Cuentas bonaerense. El Tribunal controla toda la institucionalidad de la Provincia de Buenos Aires, que es enorme. Establecer auditorías internas, además de la agilidad que aportaría, es un insumo para el buen gobierno, remarcó y cerró: Por eso acompañamos y seguimos la iniciativa de Quilmes. Esperemos que funcione y sea reproducida en otros municipios.

Por su parte, el Secretario Adjunto de la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC), Federico Recagno, analizó que la idea de las auditorías municipales es que los vecinos se involucren con el control. Parecería que el derecho que tienen los ciudadanos solo se ejerce en el momento del voto; lo que nosotros decimos es que tienen que estar atentos a lo que sucede en su municipio, agregó.

El caso de Quilmes es un primer paso y lo que proponemos es que estas auditorías vayan creciendo en su participación social, que los vecinos se involucren y aprendan técnicas de control, adelantó Recagno y ejemplificó: Qué mejor que los vecinos para verificar qué se hace con el presupuesto del Municipio, que es la plata que aporta a través de sus impuestos.

En ese sentido, el referente de APOC celebró que actualmente exista una apertura en el tema de la participación. Hace poco se aprobó la Ley de Acceso a la Información, lo que marca un interés de abrir desde los gobiernos, explicó Recagno y concluyó: Queremos que no solamente se abra desde los gobiernos, sino que los ciudadanos se involucren.