El Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) transfiere fondos a distintos establecimientos del país para facilitar tanto la incorporación de jóvenes al mercado laboral, como la capacitación continua de los adultos. En ese marco, la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) quiso averiguar cómo se llevaron adelante estas ayudas económicas puntualmente para establecimientos porteños durante 2014 y detectó irregularidades en licitaciones y falencias en el armado de expedientes, a punto tal que, en un caso por ejemplo, no pudo determinarse cuántos alumnos participaron de un viaje desde Capital Federal a Mar del Plata, solventado por el propio organismo.

Según un informe aprobado este año por el ente de control, la historia ocurrió en el Instituto de Formación Técnica 13, del barrio de Caballito. La investigación señala que, en la carpeta donde estaba la documentación del viaje, apareció un remito del proveedor que hablaba de un “bus de 45 asientos con destino a Mar del Plata, del 25 al 27 de septiembre (de 2014), alojamiento y alimentación en destino”.

El tema fue que una factura, fechada el 29 de octubre de ese año, decía: “Servicios de transporte realizados del 25/09 al 27/09 en un bus para 25 pasajeros con destino Mar del Plata, ida y vuelta más estadía y servicios a disposición en el lugar”. 

Para más, unos días después -el 5 de noviembre de 2014-, el proveedor recibió el pago correspondiente. Y la AGCBA apuntó que el propio instituto “remitió la lista de beneficiarios en fecha posterior” a la cancelación del servicio, con un tercer número de pasajeros: 24.

Otras contrataciones

La Auditoría porteña examinó otras operaciones llevadas adelante por el INET y encontró, por ejemplo, el caso de una “contratación menor” de 2014, por $ 53.200, en la que “no se verificó la ejecución de la línea de acción ‘instalaciones y adecuación edilicia’, por $ 17.700, ni el motivo que originó tal situación”.

Por otra parte, el informe destaca un proyecto para proveer de elementos informáticos a distintos Centros de Formación Profesional. Ocurrió que, mediante un dictamen del INET de febrero de 2014 se aprobó la compra de “Equipamientos e insumos TIC”, por un total de $ 1.370.733. No obstante, para fines de marzo, una resolución del mismo organismo habilitó una transferencia de fondos, que fue realizada recién el 12 de junio, y por otra cifra: $ 1.322.277.

Sobre todo esto, dice la AGCBA: “Se observó que transcurrieron 180 días entre la transferencia de fondos y la revisión de cantidades en función del monto disponible”, y además, que “no se constató en el expediente electrónico la orden de compra emitida a uno de los proveedores seleccionados, ni se comprobó (la existencia) de los partes de recepción definitiva” de los insumos en cuestión.

Por último, el organismo de control analizó una licitación por la que se transfirieron $ 8.570.418 para financiar la compra de mochilas técnicas destinadas a 38 escuelas de la Ciudad de Buenos Aires. En principio, se remarcó que “transcurrieron 194 días” entre el envío del dinero y la “reformulación del plan de mejora”.   

Y además, en el expediente no se pudo encontrar un “dictamen modificatorio” en el que figuren “las nuevas cantidades y precios de referencia”, dice el informe, porque finalmente para el proyecto se afectaron $ 7.706.286, es decir, que no apareció un documento que explicara por qué se pagaron 864 mil pesos menos de lo previsto.

Para completar, los técnicos afirmaron que, como en el ejemplo anterior -de los equipamientos e insumos tic-, en este caso “no se constató en el expediente los Partes de Recepción Definitiva, que es un requisito para el pago a proveedores con fondos de la Ciudad de Buenos Aires”.