Tomar un medio de transporte, sentarse a comer en un restaurante, hospedarse en un hotel o realizar una visita guiada puede representar ciertos problemas para personas con discapacidad, movilidad o comunicación reducida. Por este motivo, y atendiendo a los criterios de autotomía, igualdad e inclusión, la Secretaría de Turismo de la provincia de Buenos Aires publicó el Manual de Recomendaciones Prácticas para guiar personas con discapacidad.

Con el propósito de contribuir al desarrollo y la capacitación de quienes trabajan en el sector turístico, promover una mejor atención y brindar un servicio basado en la igualdad de derechos y oportunidades, el gobierno bonaerense lanzó esta guía en el marco de la Feria Internacional de Turismo que se realizó a fines de octubre en La Rural. Para nosotros no se puede hablar de calidad si algo no es accesible, reflexionó en diálogo con Gestión Pública, Agustina del Papa, coordinadora técnica del proyecto.

Del Papa, explicó que esta modalidad de turismo abarca todo lo que refiere a eliminar barreras arquitectónicas y comunicacionales de la sociedad misma y que no apunta sólo a personas con discapacidad sino a toda persona que tenga, en algún momento de la vida, una limitación como ser, por ejemplo, un yeso. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la discapacidad como un término genérico que abarca deficiencias, limitaciones de la actividad y restricciones a la participación.

Según la OMS, más de mil millones de personas, o sea, un 15% de la población mundial, padece alguna forma de discapacidad y, según el organismo internacional, tienen menos acceso a los servicios de asistencia sanitaria y, por lo tanto, necesidades insatisfechas a este respecto.

En base a esta necesidad, y en el marco de la Secretaría de Turismo provincial, en 2009 se creó el departamento de turismo accesible. Buenos Aires es la primera provincia que tiene un programa de este tipo dentro del organigrama. Esto determina que es un tema de gestión y que hay gente trabajando constantemente en estas problemáticas, precisó la especialista que, junto al Ministerio de Turismo de La Nación, se encarga de asesorar establecimientos en los 135 municipios de la provincia.

Previo a esta guía, en 2011, el área lanzó el Manual de Accesibilidad en el que se recopilaban los lineamientos arquitectónicos, comunicacionales, de seguridad y capacitación, con el fin de permitir la plena adaptación de los alojamientos y establecimientos gastronómicos de la provincia. Lo importante es que la accesibilidad sea invisible a los ojos, aseguró Del Papa y añadió: La gente tiene la creencia que va a entrar a una habitación accesible y que va a ser como la de un hospital  y en realidad nada que ver. El costo de la accesibilidad es cero. Comprar una abertura 90 centímetros en lugar de 80 es lo mismo. Se necesita un poco de conciencia y ganas de tener un buen servicio.

¿Cómo se piensa el turismo accesible en el marco de ciudades que en varios aspectos resultan inaccesibles?

Nuestro primer paso fue sensibilizar. Desde hace cinco años recorremos los distintos puntos de la provincia. Hay municipio en los que nos va mejor y en otros peor. Este es un trabajo en conjunto con el sector público privado. Hay que hacer un cambio cultural fuerte. Si nos quedamos con que la discapacidad es contagiosa, como en la época de la poliomielitis, o que hay que ocultarla cometeríamos un error rotundo.

¿De qué modo la secretaria de Turismo encaró esta necesidad de plantear un cambio cultural?

Empezar a instalar el tema fue lo principal. Ponerse en el lugar del otro que es primordial para nosotros. Hay municipios que ni siquiera tienen una oficina de turismo. En este sentido, es preciso abocarse a la cadena de accesibilidad. Desde que el turista busca el destino hasta que llega a una oficina de informes. Hay que pensar que el balneario, el hotel, los restaurants y los medios de transportes sean accesibles.

¿Cuál es el municipio más accesible?

Entre los distinguidos nacionales está Mar del Plata. En Tandil y San Antonio de Areco se está trabajando mucho en este tema también.

¿Qué requisitos debe contar una localidad para que sea reconocida?

Para que un destino sea accesible tiene que cumplir con toda la cadena  de accesibilidad. Se contempla desde que cuente con una página web accesible hasta que haya gente que maneje el lenguaje de señas en el principal atractivo turístico del municipio, por ejemplo. Es mucho el trabajo que hay que hacer. Nosotros trabajamos individualmente con muchos productos. Pareciera que el paso es lento pero cuando miramos atrás se avanzó mucho. Ahora contamos con nuevos establecimientos. 

En un punto del manual señala que los establecimientos no están obligados a adoptar las recomendaciones ¿Por qué se adoptó esta medida?

La ley esta. Nosotros lo que hicimos fue generar una herramienta práctica para que nadie diga que no sabe cómo se hace. Hay una ley nacional y otra provincial que indican que todos los establecimientos tienen que tener, al menos, una habitación accesible. Pero hay hoteles de la década de 1950 que no tienen la estructura para poner un cuarto en planta baja.

¿Y qué medidas se toman desde la secretaría en esos casos?

Cada vez que se hace una recategorización, le damos un plazo de dos años para que vea la manera de generar una ampliación en planta baja. De otra forma no podrá ascender de categoría.