Hace poco más de un mes, las autoridades de Aerolíneas Argentinas presentaron en el Congreso nacional un informe sobre su gestión. Se trató de un trabajo de 60 páginas, varias en blanco y otras tantas con fotos de los actos en los que participaron los funcionarios que administran la compañía que está en proceso de reestatización desde hace 35 meses (ver archivo adjunto).

En la exposición, frente a los miembros de la Comisión Bicameral de Seguimiento de Privatizaciones y Reforma del Estado, se informó que la línea de bandera necesitará este año unos U$S 387 millones de subsidios públicos para mantener su servicio. Esa cifra es superior a las plasmadas en el propio Plan de Negocios 2010-2014 de Aerolíneas, donde se estimaba que en 2011 las transferencias desde el Tesoro Nacional no debían superar los U$S 200 millones. No obstante, este reconocimiento fue presentado por las autoridades como una buena noticia.

Es que el informe, además, contiene un cuadro comparativo entre lo que la empresa llama gestión privada, período comandado por el grupo español Marsans, y la gestión pública. Allí queda expresado que, desde la reestatización, se registró un aumento de las ventas y una reducción del déficit, que en 2008 había sido de U$S 942,7 millones. Es decir, Aerolíneas reconoce que necesita más fondos públicos de los esperados, pero los números en rojo bajan paulatinamente (ver cuadro).

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¿Qué datos le faltan a este cuadro?

En primer lugar, los ingresos totales. En la página 29 del informe de gestión dice que los ingresos de explotación alcanzaron los U$S 1.130 millones en 2010. Mirando el cuadro, a esa cifra también se podría arribar indirectamente haciendo la siguiente operación: el resultado económico en U$S (en signo positivo), 486 millones, dividido 0,43, que es la relación entre déficit e ingresos totales: lo que da como resultado U$S 1.130 millones. ¿Qué quiere decir esto?, que, para Aerolíneas, el concepto ingresos totales, que por definición representa la suma entre ingresos corrientes y de capital, es sinónimo de los ingresos por explotación.

Obsérvese el renglón ventas: para 2010 arroja unos U$S 1.174,5 millones. Los U$S 44,5 millones de diferencia entre ingresos de explotación y las ventas podrían ser los impuestos o tasas que cobra o recauda directamente el Tesoro Nacional, pero ese es otro dato que no se detalla en el informe.

Por otro lado, hay un dato que tampoco figura en el resumen de gestión elaborado por Aerolíneas: los gastos totales de 2010.

¿Cómo obtener esta cifra?

Se puede lograr sumando lo que la empresa considera ingresos totales, U$S 1.130 millones, más el déficit reconocido en el cuadro comparativo, U$S 486 millones. Esto daría gastos totales por U$S 1.616 millones.

Pero en el cuadro anterior, valga la redundancia, falta otro dato: los subsidios que llegan desde el Estado Nacional.

Según datos de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), esas transferencias desde el Tesoro correspondientes a 2010 ascendieron a U$S 583 millones.

Es decir, ingresos totales o, para la empresa, ingresos de explotación-, U$S 1.130 millones, más subsidios por U$S 583 millones, daría de gastos totales por U$S 1.713 millones.

Información pública

Una fuente del Ministerio de Economía, quien pidió reserva de su identidad, ironizó sobre el informe de gestión de Aerolíneas: Esa información está expuesta en un lenguaje, y con un contenido, más destinado a un turista que a rendir cuentas ante una Comisión legislativa, dijo.

Es que, en rigor, las vueltas que hay que dar para arribar a datos claves de una administración, como los gastos totales, alimentan, sobre el rol del Estado en la línea de bandera, unas suspicacias que están más fundadas en la omisión de información que en las supuestas malas intenciones de los medios supuestamente valga la redundancia- enfrentados con el Gobierno Nacional.

Sobre esto, vale aclarar que Aerolíneas Argentinas publicó en su página web (http://www.aerolineas.com.ar/), algunos números sobre su gestión, correspondientes a enero y febrero de 2010. Allí se hablaba de déficits operativos crecientes. Pero, desde marzo del año pasado, no se difunden más datos en el sitio de la compañía.

Lo privado, lo público y un decreto de 2003

Pese a que Aerolíneas Argentinas fue reestatizada hace 35 meses, aún sigue siendo una empresa privada, porque el proceso de expropiación no está terminado y, de hecho, los subsidios que envía el Estado son tomados como transferencias al sector privado, como lo muestra este cuadro de la Secretaría de Transporte.

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No obstante, sea pública o privada, la línea de bandera está obligada a difundir datos sobre su labor por un decreto de 2003 firmado por el entonces presidente Néstor Kirchner.

Esa norma, la 1172/03, tiene como objetivo regular el mecanismo de acceso a la información pública, y, en el artículo 2, se expresa que esas disposiciones también son aplicables a las organizaciones privadas a las que se haya otorgado subsidios o aportes provenientes del sector público nacional.