Vivimos en un país con un clima de violencia muy peligroso
Lo dijo el periodista Daniel Muchnik, en un encuentro convocado por la Auditoría General de la Ciudad y la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC). Entre otros temas, reflexionaron acerca de la exclusión laboral y algunos indicadores socioeconómicos a nivel local. Participaron también Luis Rapopport y Agustín Salvia.
El 20 de mayo pasado, en el Salón Auditorio Borges, tuvo lugar el Ciclo de debates Visiones sobre temáticas actuales Enfoques sobre la situación actual Argentina y Perspectivas futuras, convocado por la Auditoría General de la Ciudad y la Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC).
El primer orador de la jornada fue el periodista y ensayista Daniel Muchnik, quien disertó sobre la violencia social que existe en Argentina.
Vivimos en un país con un clima de violencia muy peligroso que se manifiesta en la calle, en los hogares y en el trabajo, alertó Muchnik que no dejó de lado la agresividad a la hora de comunicarse por parte de los ciudadanos y también de los gobernantes. El lenguaje entre nosotros es violento y se recibe un impacto fuerte a partir de eso. Éste Gobierno ha bajado una expresión verbal violenta, agregó.
Por otro lado, el periodista destacó que en Argentina no hay límites. Todo es posible y eso genera más violencia. Hay una total imprevisibilidad. No sabemos qué puede pasar, ni a qué aferrarnos y eso genera un clima de angustia, que se transmite a nuestra actividad diaria, afirmó.
Sobre la imprevisibilidad, agregó que genera un calentamiento global de la sociedad y remarcó que la violencia corre de manera paralela con la falta de normas y la falta de respecto a la organización social, que es elemental en el trato cotidiano.
Más tarde, fue el turno de Luis Rapopport. El Especialista en desarrollo económico y Miembro del Club Político Argentino, se refirió al trabajo en la sociedad moderna.
El trabajo tiene que ver con el sentido de pertenencia y la construcción de individualidad. Uno es lo que hace y por eso me preocupa, indicó Rapopport.
Luego, el economista, describió las cinco formas a través de las cuales las sociedades humanas se vinculan con el trabajo y aseguró que son muy pocos los núcleos humanos que viven del auto consumo.
Según Rapopport, las formas de relacionarse con el trabajo son el conocimiento, aquellos que se vinculan a través de los sueldos bajos, los que lo hacen mediante los recursos naturales, quienes ingresan al mercado con los bienes y servicios que venden y por último, los excluidos.
Sobre el último grupo, Rapopport explicó que el sentirse excluido del mercado rompe la identidad del individuo. La cantidad y calidad de los excluidos que hay en cada país depende de la gobernabilidad democrática, concluyó.
Por último, el Investigador independiente del CONICET y Coordinador General del Programa Observatorio de la Deuda Social Argentina, Agustín Salvia brindó un análisis de algunos índices socioeconómicos del país.
Hemos crecido en los indicadores, más allá de la crisis de 2009, sostuvo Salvia, quien reveló que entre 2003 y 2012 la desocupación disminuyó del 14,5% al 6,9%.
En esa línea, notificó que, según el indicador de pobreza y subsistencia socioeconómica, desde 2007 a 2012 la indigencia pasó del 17,3% al 2,8%. Al respecto, el investigador del CONICET sostuvo que aumentó el gasto social. Hubo un sistemático aumento de hogares con programas sociales, finalizó.