Una auditoría continental advierte que el manejo de pasivos ambientales mineros (PAM) en Latinoamérica es casi nulo. El informe destaca que es una problemática invisibilizada en la región, sin políticas públicas ni recursos que permitan corregir el problema y con muy baja participación ciudadana.

Los pasivos ambientales mineros son instalaciones o tareas mineras, incluyendo sus depósitos y residuos, paralizadas, inactivas o abandonadas. Este tipo de pasivo constituye un riesgo potencial permanente por los daños que puede generar en la salud humana y en el medio ambiente. 

El trabajo fue realizado por la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores (OLACEFS), con el apoyo del Programa Alianza por la Integridad de la GIZ. Se reunieron a 14 entidades fiscalizadoras de 12 países de la región para determinar si los gobiernos cuentan con una gobernanza y mecanismos para un manejo integral de los residuos mineros.

"Latinoamérica sigue siendo el destino preferido para la explotación minera".

Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Perú, República Dominicana fueron los países analizados. Los resultados del trabajo, que estuvo presidido por la Contraloría General de la República de Chile, fueron presentados en el webinario “Relevancia del control en la función de protección ambiental. El desafío de la gestión, de los PAM en la región”.  Del encuentro participaron miembros del Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires

“Esta auditoría es una herramienta muy buena para conocer el diagnóstico de todos los países que fueron analizados”, consideró la coordinadora en Ingeniería Ambiental de la Universidad Autónoma de México, Rosa María Flores Serrano. “Latinoamérica sigue siendo el destino preferido para la explotación minera y hay que cuidar que ésto no sea un mayor deterioro para el ambiente y la calidad de vida”, agregó.

Los principales riesgos de los PAM

Los pasivos ambientales mineros pueden ocasionar desastres asociados a erosión o pérdida progresiva de tierra por acción del agua, contaminación de los suelos, el desarrollo de enfermedades por metales pesados o la afectación de comunidades, daño de habilidades cognitivas, problemas en las posibilidades de desarrollo o limitación de acceso a recursos naturales puros como el agua. 

Según la auditoría, hay una invisibilización del problema ya que no se registraron informes de catastros, ni de riesgos o de tratamiento.

Si bien son muchos los peligros que este tipo de pasivos generan, son pocas las acciones que se están desarrollando en el continente para detener o revertir sus efectos. En este sentido, el informe presentado por OLACEFS señala que hay una invisibilización del problema, ya que prácticamente no se han registrado informes de catastros, evaluación de riesgo, ni priorización en el tratamiento o remediación de los pasivos ambientales mineros en la región.

Según la auditoría, salvo en Perú, Ecuador y México, hay acciones correctivas pero son políticas orientadas a la prevención de nuevos PAM y no a remediar los que ya existen. En cuanto a destino de recursos para abordar el problema, solo Perú provee presupuestos específicos. Ningún otro país de la región cuenta con partidas para tratar estos pasivos.

"Es una auditoria sobre un tema trascendental para países con mucha actividad minera. Busca conocer cómo se gestionan los activos mineros con información de calidad, objetiva, sin partidismos que pueda ayudar a tomar decisiones a las autoridades competentes", destacó Jorge Bermúdez Soto, presidente del Grupo de Trabajo de Auditoría de Obras Públicas (GTOP) de la OLACEFS.

Sin participación ciudadana

La falta de estrategias nacionales sobre la gestión de contingencias, emergencias o desastres relacionados con los pasivos ambientales es aun más profunda y agresiva con los sectores vulnerables. La auditoría detectó que no hay estrategias nacionales para gestionar contingencias, emergencias o desastres relacionados con los PAM.

Los canales de participación ciudadana activa son "débiles e insuficientes", sin acceso a información de calidad.

Por otro lado, se subrayó que los canales de participación ciudadana activa son "débiles" debido a que la comunidad no puede acceder a información de calidad ni proponer soluciones. 

"La participación ciudadana en los PAM es insuficiente. El enfoque para gestionar pasivos es buscar soluciones para eliminar los riesgos en la salud y el ambiente. A largo a plazo es bueno entender esto no solo como problema sino como una oportunidad y en eso es importante que se sume a la ciudadanía. Quedan muchos aspectos por abordar pero es una buena línea de base", afirmó Achim Constantin, director de Proyecto Programa de la Cooperación Alemana de cooperación regional para la gestión sustentable de los recursos mineros en los países andinos (MINSUS).

En el informe se recomienda generar instrumentos para diseñar y coordinar acciones que contribuyan a mitigar los riesgos, definir políticas de mediano y largo plazo, aplicar estrategias para la gestión de emergencias o desastres, fortalecer los los mecanismos orientados al seguimiento y evaluación de los Objetivos de Desarrollo Sustentables, mediante el establecimiento de indicadores específicos. 

También generar recursos, desarrollar inventarios, generar regulación y mejorar el acceso a la información y los procesos de participación ciudadana.