La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) advirtió que “el 65% de las compras realizadas durante el 2014 fueron a través de mecanismos de excepción” en la Dirección General de Industrias Creativas.

Según pudo comprobar el organismo de control “los importes erogados en esos casos ascienden al 70% del presupuesto” de la Dirección.

Por ejemplo, en el informe se detalla que “para la Noche de las Librerías se contrató a la firma Una Menos S.R.L, bajo esta modalidad de excepción, como organizadora del evento que en 2014 cumplía su octava edición consecutiva”. La AGCBA observa que “no se explican las razones de urgencia” que ameriten ese tipo de convenio. A ello se suma que “en una resolución conjunta entre los ministerios de Cultura y Hacienda se le reconoció a la firma en cuestión un adicional de $150 mil por servicios relacionados con el evento”. 

La Dirección en cuestión tiene a su cargo el diseño y la conducción de las políticas referidas al estímulo de producciones gráficas y audiovisuales, la promoción de las industrias culturales en el ámbito porteño y la promoción del Distrito Audiovisual entre otras cuestiones.

Bajo estos objetivos, durante el 2014 desarrolló actividades como La Noche de los Libros, el Catálogo de Editoriales Independientes, el premio CMD al diseño como innovación y la intervención de espacios públicos, solo por mencionar algunas acciones. 

Pero los auditores detectaron que “hubo actividades planificadas, según la descripción de los Programas Presupuestarios a su cargo, que no se realizaron”. Entre ellas se destacan el Festival de Diseño; Trimarchi, según el auditado, la convención de diseño gráfico más importante de Latinoamérica, la London School of  Fashion, con el objetivo de capacitar a estudiantes, diseñadores y gerenciadores de la moda y la Noche Audiovisual 2014.

Por su parte, la actividad denominada Puro Diseño figura dentro de los programas presupuestarios pese a que “no es una actividad organizada por la Dirección en cuestión sino que es gestionada por un organismo privado”.

Sobre el programa BA Sitio Específico, la AGGBA marcó la “ausencia de control en el cumplimiento de las obligaciones de los artistas seleccionados, pudiendo generar un perjuicio erario para la Ciudad”.

Al respecto el informe señala que “la convocatoria estaba destinada a artistas, arquitectos, urbanistas, sociólogos y diseñadores con el objeto de responder desde sus especialidades a las problemáticas y demandas de la Ciudad”. Los cinco proyectos que resultaron ganadores obtuvieron un subsidio de $250 mil. 

Según consta en el informe de la Auditoría porteña, aprobado en 2017, “de las cinco obras ganadoras, una se realizó de manera parcial, otra fue ubicada en un lugar distinto al originalmente previsto, dos no fueron emplazadas y la quinta no se realizó”.

Sobre esta última, denominada “Fuga” el equipo de auditores observó que “la ganadora del concurso, que recibió el dinero en tiempo y forma, manifestó la imposibilidad material y económica de concluir el proyecto”. 

Ante esta situación “se aprobó una rendición de gastos erogados por la artista, incluidos materiales y honorarios, y la devolución de un remanente de poco más de $68 mil pesos”, detalla el trabajo de la AGCBA.