Cuando la Oficina de Auditoria de los Estados Unidos (GAO) hace referencia al ‘robo de información personal’ o ‘robo de identidad’ trata sobre la pérdida de datos tales como el número de Documento Nacional de Identidad (DNI), la Clave Única de Información Tributaria (CUIT - equivalente al Número de Seguridad Social en USA), el número de tarjeta de crédito, nombre, fecha de nacimiento, entre otros de igual importancia. El robo de identidad se da cuando estos datos son utilizados por otras personas para cometer fraude u otros delitos.

Según la GAO, “algunas víctimas sufrieron la negativa sobre préstamos, perdieron oportunidades laborales y hasta fueron sancionados por delitos que no cometieron” debido al robo de identidad. Es que en Estados Unidos cada individuo cuenta con su propio número de calificación crediticia, lo que le permite saber a los bancos u otras entidades, la capacidad que cada individuo tiene de pagar su deuda o crédito.

Existen varios ejemplos para demostrar como se producen estos delitos, como el citado por el organismo de control, ocurrido en septiembre de 2005 en una compañía de Nueva York, donde una empleada que trabajaba en la provisión de servicio de software para el acceso a las calificaciones crediticias de individuos robó las identidades de 30.000 personas utilizando contraseñas confidenciales de la empresa. Según el informe, la empleada vendió cada identidad por 60 dólares y con esa información se hicieron tarjetas de crédito para compras online y préstamos bancarios.

Otro caso es el de una mujer, líder de un grupo que cometía delitos bancarios, que utilizó los registros de información de una website operativa en el Estado de Ohio y generó pérdidas por mas de U$S 450.000 a personas, instituciones financieras y otros negocios.

El informe señala que se tomaron medidas en el sector público y privado para proteger la información, también se realizaron acciones en lo legislativo y administrativo que intentaron controlar los robos de identidades a nivel nacional, provincial y local. La GAO sostiene que, si bien “existen varias leyes federales que controlan y prohíben a los sectores públicos y privados prestar información personal a otras agencias o instituciones, todavía no existe una única Ley que regule el uso de la información personal”.

En este sentido, el organismo de control aseguró que “las vulnerabilidades aún subsisten y pueden ser agrupadas en diferentes áreas que incluyen la disposición y uso de los números de la Seguridad Social, disponibilidad de información personal a través de revendedores de datos y debilidad en la seguridad de los sistemas de información de las agencias federales (departamentos gubernamentales)”. De hecho, informó que “varias agencias continúan experimentando numerosos incidentes de seguridad”.

El crecimiento de las tecnologías de la información hace que cada vez sea más común el almacenamiento de información personal en la web. La Auditoría recomienda a las instituciones tales como la Federal Trade Commission (FTC), controlar las deficiencias que tienen los sistemas de seguridad de las computadoras estatales. Según el informe, la implementación correcta de medidas de seguridad ayudará a prevenir, en gran parte, los robos de identidades.