La Auditoría General de la Nación (AGN) verificó el cumplimiento de los programas de gestión ambiental de la pesca de langostinos, desde enero de 2017 a julio de 2019, de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. De acuerdo al informe del organismo, se percibieron debilidades en la administración, se advirtió sobre la falta de recurso humano para supervisar la actividad y, además, el organismo expuso la “necesidad y urgencia” de elaborar y contar con un plan de manejo integral de la especie. 

En 2018, el langostino representó el 38% de las toneladas pesqueras exportadas y poco más del 60% del total de las divisas generadas por el sector pesquero.

El documento -aprobado en 2022- aseguró que el langostino es el principal motor en la generación de divisas del sector exportador pesquero argentino. En 2018 representó el 38% de las toneladas pesqueras exportadas y poco más del 60% del total de las divisas generadas por el sector pesquero.

A partir de la creación de la ley 24.922, que establece el régimen federal de pesca, Argentina debe fomentar la pesca marítima “procurando su máximo desarrollo en concordancia con el aprovechamiento racional de los recursos vivos marinos”. Es por ello que, para proteger el proceso reproductivo que se desarrolla en el área y evitar una sobrepesca del reclutamiento, Chubut y Santa Cruz dispusieron la prohibición de la pesca de langostino en esa área en 2017. A su vez, desde 2018 existe un área de prohibición de operaciones comerciales de arrastre de fondo dirigida a la especie langostino al este del límite de las aguas de jurisdicción de Río Negro.

Manejo de la especie

La Auditoría expuso, en función a la información de las Actas del Consejo Federal Pesquero (CFP), la “necesidad y urgencia” de elaborar y contar con un plan de manejo integral para la pesquería de langostino. Este programa es indispensable para garantizar el máximo aprovechamiento económico, social y ambientalmente sostenible del recurso, favoreciendo el desarrollo de procesos industriales sustentables que promuevan la obtención del máximo valor agregado y el mayor empleo de mano de obra. Sin embargo, el organismo de control nacional indicó que “no se estableció un cronograma de trabajo para la formulación del Plan de Manejo de la especie”.

Inconsistencias en la información

Según el INIDEP, entre 2017 y 2019, las embarcaciones aumentaron la captura de langostino del 39% al 51%.

De acuerdo a los datos presentados por el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), entre 2017 y 2019, las embarcaciones aumentaron la captura de langostino del 39% al 51%, tendencia que se verifica en años anteriores. Asimismo, durante todo el período auditado, este sector de la flota pesquera representó capturas de langostino por encima del 56% del total anual, alcanzando su pico en 2018 (59%). En base a esto, el INIDEP advirtió reiteradamente sobre los riesgos del aumento sostenido del esfuerzo pesquero. Además, desde diciembre de 2018, confirmó la existencia de un desplazamiento espacio-temporal del período reproductivo del langostino y un retraso de su proceso de crecimiento. 

En esta línea, el informe señaló que la gestión de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura presentó debilidades en cuanto a la cantidad de buques que pescan langostino y el número de toneladas pescadas, las cuales “dificultan el seguimiento de la actividad pesquera”. Estas cifras tampoco coinciden con las reportadas por el INIDEP en sus documentos.

Por otro lado, la Subsecretaría “no garantiza que la información científica sobre la evolución del recurso sea representativa”. Los Informes Técnicos del INIDEP -sobre los cuales se toman decisiones- se basan casi exclusivamente en información de la flota congeladora, por lo que la Auditoría verificó un “déficit en la información científicadisponible referida a la flota fresquera.

Controles insuficientes

Según el relevamiento, los controles del sistema de fiscalización a bordo fueron “insuficientes”. Esta inspección permite, entre otras cosas, verificar la correcta utilización de dispositivos de selectividad, lo cual es relevante dado que la pesca de langostino se desarrolla principalmente en el área de merluza.

“Son insuficientes los inspectores que fiscalizan los buques pesqueros, considerando la obligación impuesta para la flota langostinera”, sostuvo la AGN en este último trabajo. De acuerdo a los listados de informes de marea, el porcentaje de buques que contó -al menos- una vez con fiscalización a bordo durante el período auditado osciló entre el 31% y el 21% y fue disminuyendo año a año. Incumpliendo así con lo dispuesto en las resoluciones sobre la obligatoriedad de contar con un inspector o un observador a bordo que se dediquen a la pesca de la especie langostino.