Alto riesgo sanitario, invasión de ratas, mercadería acumulada sobre piso de tierra junto a tachos de basura, falta de agua corriente, frutas y carne en mal estado y leche a la intemperie. Ese es el estado que describió la Auditoría General de la Nación (AGN) en algunos comedores del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria (PNSA).

Esta situación, observada por el organismo de control en su trabajo de campo "se contrapone" con la documentación que le fue suministrada. De la muestra de expedientes que tomó la AGN se desprende que "el 66% de los comedores había sido evaluado como bueno o muy bueno" en cuanto a su higiene y sus condiciones de almacenamiento en un 70% como "adecuadas".

El Plan Nacional de Seguridad Alimentaria, que depende del Ministerio de Desarrollo Social, tiene como objetivo posibilitar una alimentación complementaria a la población con vulnerabilidad social. El antecedente es el FOPAR, que se instrumentó a partir de 1995 primero como un fondo de inversión social y a partir de 2002 como un plan de emergencia alimentaria, todo con fondos del Banco Mundial. Desde 2006 funciona con fondos del presupuesto nacional. 

"El 55% de los comedores funcionaba en casas de familia"

Volviendo al Plan de Seguridad Alimentaria, la Auditoría consideró que en los informes de visita de seguimiento "no se señalan riesgos en relación al lugar de funcionamiento del comedor". No obstante, del trabajo de campo surge que "el 55% de los comedores funcionaba en casas de familia".

El trabajo de la AGN, que evaluó del 2009 al primer semestre de 2012 y que fue aprobado en 2017, detalla que pese a que se financiaron refacciones en estos comedores, hubo casos "cuyas modificaciones no resultaron funcionales y subsistía un alto nivel de precariedad". 

Por ejemplo, casas de familia que no cuentan con baño para los beneficiarios, un garaje con techo metálico que en verano no se puede utilizar o uno muy abierto sin protección para lluvia.

Pese a que una de las líneas de financiamiento del programa estaba destinada a mejorar los servicios básicos, "de los 14 comedores que el equipo de la AGN visitó en el NEA, la mitad continuaba sin tener baño".

Por otro lado, se detectó que "no hay indicaciones respecto al equipamiento mínimo necesario para el funcionamiento de los comedores". Pese a ello, de la recorrida se desprende que la infraestructura no resulta suficiente. Los auditores observaron "falta de cocinas, heladeras y freezers" y que "las cocineras no usaban cofia ni delantal". Además, en pocas dependencias había botiquín y solo en una matafuego.