Subtes: inspeccionaron menos vagones de lo que estaba previsto
A tres años de su último informe, la Auditoría porteña volvió a analizar la red para chequear si sus recomendaciones habían avanzado. Pero observó que no todas las formaciones tienen certificado de habilitación. Tampoco hicieron mantenimiento de instalaciones eléctricas, y no construyeron más ascensores ni escaleras mecánicas.
Un informe oficial aprobado este año reveló que la empresa Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE) inspeccionó menos vagones de lo que tenía previsto para 2016.
El dato figura en una investigación de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) que, en rigor, es un seguimiento sobre el grado de avance de observaciones y recomendaciones hechas por el mismo organismo de control hace tres años.
En ese sentido, los técnicos concluyeron que hubo un “avance no satisfactorio” en cuanto a las inspecciones al material rodante “ya que persiste la deficiencia” advertida en 2015.
De hecho, el relevamiento enumera el grado de efectividad de los controles en cada línea. Por ejemplo, en la A hubo siete inspecciones sobre las 10 que estaban programadas para 2016; en la B, 10 sobre 31; en la C y la E se hicieron 10 sobre 14; en la D, 25 sobre 34; y en la H, 16 sobre 41. Mientras que en el premetro pudieron practicar 13 controles de un total de 20 proyectados.
Pero eso no es todo. La AGCBA recordó que SBASE y Metrovías habían firmado un Acuerdo de Operación y Mantenimiento en abril de 2013, en el que se señalaba que si había alguna deficiencia en la inspección, la propia empresa estatal debía hacer una nueva visita en un plazo no mayor a 20 días.
Sin embargo, según el informe “se pudo comprobar que las reinspecciones fueron realizadas más de tres meses después, plazo que supera holgadamente”, lo establecido en el mencionado acuerdo.
Otra cuestión con “progreso no satisfactorio” fue la que alertó sobre el mantenimiento de instalaciones fijas. Es que en 2015 los técnicos se habían encontrado con “solados (NdeR: pisos) desgastados y resbaladizos, filtraciones en 17 estaciones, falta de sanitarios en 19 paradas y en el premetro”.
Sobre esto, la Auditoría remarcó que “el organismo -SBASE- no ha dado respuesta a las observaciones y recomendaciones efectuadas”.
El informe señaló que hay riesgo eléctrico en tres estaciones.
Mismo panorama se obtuvo con respecto a la “falta mantenimiento de instalaciones eléctricas”. Al respecto, el relevamiento describió: “En 19 estaciones los artefactos de iluminación no poseen protección anti caída de sus luminarias, en 3 hay riesgo eléctrico, y en una hay zonas de penumbras entre boleterías y andenes”. Para completar el panorama, el texto añade que “en el premetro no hay aparatos de iluminación”.
Por otra parte, en 2015 la AGCBA había sentenciado que no se cumplían las condiciones de accesibilidad para personas con capacidad reducida en ninguna de las estaciones del premetro.
Pues bien, en su último trabajo, pudo notarse un “avance incipiente” con respecto a este servicio, que une los barrios de Flores y Lugano. Según los auditores, “se agregaron rampas en un extremo del andén de cada parada” del premetro.
En el caso de las otras líneas, explicaron que “la cantidad y disposición de los medios de elevación no ha cambiado desde 2015 a la fecha”, y que incluso “se comprobó el no funcionamiento de numerosos ascensores y escaleras mecánicas”.
No obstante, el informe remarca otro “avance incipiente” relacionado a los certificados de habilitación de las formaciones. Es que hace tres años, solo ocho de los 72 trenes que estaban en servicio contaban con ese permiso, mientras que en la investigación aprobada en este 2018, esa relación pasó a 88 habilitados sobre 121 formaciones circulantes.