Publicado: 11-04-2010
 
Dr. Hugo B. Quintana, Presidente de Fundación Éforo

Eduardo Mallea (1903-1982) fue un escritor argentino, autor entre otras novelas de Historia de una pasión argentina y Todo verdor perecerá.

En 1936 escribió La ciudad junto al río inmóvil. Un hermoso título que sugiere un río detenido, quieto en la mirada de aquellos que vivimos en la Ciudad de Buenos Aires. Un Río de la Plata que paraliza el tiempo impidiendo que avancen las horas.

Pero, al recordar esta novela, aparece nuestra ciudad junto a otro río, el Riachuelo, cuyas aguas hemos transformado en infecundas con todo tipo de desechos, e inertes por la inmovilidad de los funcionarios de turno.

Millones de personas viven en las riberas de la Cuenca Matanza-Riachuelo. Su salud puede ir deteriorándose de diversas formas: la acumulación de basura, los químicos arrojados al lecho del río, el aire contaminado son sólo algunos factores de riesgo. Precisamente sobre la cuestión de la salud de los habitantes de la cuenca, la Justicia dispuso (un lejano ya) 16 de diciembre de 2008 la "ejecución inmediata" de un "relevamiento integral, actualizado trimestralmente acerca de la salud física y psíquica de los actores teniendo en cuenta los parámetros establecidos en el marco del Plan Integral de Saneamiento de la Cuenca Hídrica MatanzaRiachuelo (PISA)…". Todo esto lo ordenó (por medio de la Acumar) al Estado nacional, al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Desde aquel momento se sucedieron fechas y audiencias hasta que, frente a una nueva presentación de Asociación del Personal de los Organismos de Control (APOC), la Justicia se pronunció el 11 de febrero del corriente año y resolvió "intimar, a la Acumar y a los organismos codemandados, a dar acabado cumplimiento con el relevamiento del estado de salud de los actores y a presentar dicho informe en este expediente en el plazo máximo de diez (10) días contados a partir de la notificación de la presente, todo ello, bajo apercibimiento de aplicar una multa diaria de dos mil pesos ($ 2.000) por cada día de demora en su cumplimiento".

En los fundamentos de la intimación se lee textualmente: "No ha habido ninguna presentación de la demandada, ni existen constancias en el expediente que puedan hacer pensar que se ha cumplido con el relevamiento dispuesto, por ello, ante el silencio de la intimada, el tiempo transcurrido y la trascendencia de los derechos en juego…".

No es el argumento de una novela, es una población que espera frente a tres Estados que parecen paralizados por un río de papeles o un mar de ineficiencia.