Publicado: 13-02-2011



A menos de un mes de la primera gira del presidente Barack Obama por América del Sur, en la cual sólo visitará Brasil y Chile, la Cancillería argentina desató un nuevo conflicto diplomático con la Casa Blanca. Ayer, el canciller Héctor Timerman responsabilizó a la Embajada de Estados Unidos de intentar ingresar al país "material sensitivo" que no coincidía con el que figuraba en un listado oficial entregado por la representación extranjera en Buenos Aires.

Además, el ministro de Relaciones Exteriores, a través de un comunicado oficial, le enrostró a la embajadora estadounidense, Vilma Socorro Martínez, que en agosto pasado se había producido un episodio similar.

El "material sensitivo" que menciona la Cancillería consiste en armas de diferentes calibres, municiones de guerra y hasta dos equipos de comunicaciones especiales que son utilizados para interceptar llamadas y realizar decodificaciones. El arsenal llegó al país el jueves en un avión C-17 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que aterrizó al finalizar la tarde en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.

Tal como anunció PERFIL en su edición de ayer, el destino final de parte de las armas era la Policía Federal. El conflicto surgió cuando efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y funcionarios de la Aduana, junto a otros organismos de control, se encontraron con que parte del arsenal no estaba declarado.

La segunda parte del conflicto se suscitó cuando un pelotón de diplomáticos estadounidenses se presentaron en el aeropuerto para decir que estaba todo en regla y se comunicaron con la Cancillería. Pero la documentación que tenían tampoco coincidía con la que habían entregado oportunamente.

Después de dos días de total hermetismo, Timerman anunció ayer, mediante la red social Twitter, que la Cancillería iba a emitir un comunicado oficial sobre el caso. El escueto parte llegó una hora después.

"El día miércoles 9 de febrero la Cancillería recibió un escrito de la Embajada de Estados Unidos solicitando cooperación para ingresar al país "material sensitivo" a ser utilizado en un curso sobre seguridad. Trámite que la Cancillería realizó pero recordando al interlocutor que en agosto pasado un curso sobre seguridad debió ser cancelado, por orden de la embajadora de Estados Unidos, cuando un avión de las Fuerzas Armadas de ese país se vio imposibilitado de descargar el material `sensitivo´ ya que no coincidía con el manifiesto entregado a las autoridades locales", se indica en el primer párrafo.

Luego se reconoce que "la Aduana junto a la PSA procedieron a chequear que el material `sensitivo´ coincida con la lista entregada por la Embajada" y finalmente "debieron ser incautados cerca de mil pies cúbicos de material que no figuraba en el listado oficial".

Lo que la Cancillería no dijo es que el "material sensitivo" era para Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) de la Policía Federal. Tampoco dijo que parte de la carga, como un lote de 6.600 municiones de diferentes calibres, era para utilizar en un curso que iba a ser dictado en el país por instructores norteamericanos. El ejercicio que fue pactado en el 2009 y tenía como objetivo final el entrenamiento en la lucha contra el terrorismo.