Considera que dentro del Estado también es necesario eliminar trabas a la competencia, y por eso la Comisión quiere estar en todos los ministerios
Pablo Trevisan, vocal de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, dijo que también hacia dentro del Estado se necesita instalar una cultura de la competencia, y no sólo en las empresas. Por este motivo, la Comisión celebró un acuerdo con la Oficina Anticorrupción y busca tener presencia en todos los ministerios desde los que se adjudican licitaciones de infraestructura, transporte o de cualquier otro tipo. Para el sector privado, los primeros lineamientos del sector se darán en 2017 y comenzarán por el accionar de las cámaras empresarias.

Entre tanto, la Comisión de Defensa de la Competencia elaboró una nueva ley para esta materia; empezó en enero y desde abril comenzó, en primer término, un proceso de consulta pública, y luego, de consenso con los diputados que responden a Lilita Carrió y Mario Negri, ambos con iniciativas sobre el tema. Hasta que finalmente se presentó en el Congreso hace tres semanas. "No sabemos si llegamos a que se convierta en ley este año, pero lo que importa es que cuando llegue la etapa de implementación se respete la independencia del órgano", definió Trevisan.

"Hay barreras a la competencia del propio Estado, por lo que este será un camino largo; el trabajo dentro del Estado es enorme; por ejemplo, hay muchas trabas creadas y arraigadas en los últimos años en el tema de la agroindustria", ejemplificó el funcionario en el Seminario Antitrust and Compliance organizado por el Club de Abogados de Empresas a cargo del Instituto CedefLaw, que está dirigido por Augusto Van Thienen.

En el tema de la independencia de la Comisión, Trevisan dijo que cuando viajan a eventos internacionales, la Argentina escribe papers sobre el contraejemplo, dado la subordinación de este órgano.

Por otra parte, dijo que es normal que las empresas no vean con buenos ojos a la Comisión, porque por ahora "sigue habiendo prácticas que no se entienden como pedir a Turquía la traducción de documentos de 2008 por una cuestión de competencia de 2016. siga habiendo prácticas que no se entienden", puso como ejemplo para enfatizar los problemas con los que se encuentra la nueva conducción.

De todos modos, manifestó que trámites que tardaban de 2 a 6 años ahora se resuelven en un año y medio y que ya se están resolviendo casos de 2016. "Hemos cerrado investigaciones que llevaban años abiertas sin sentido con toda la dificultad legal que esto implica, y hemos abierto otras que están avanzadas, como las de tarjetas de crédito", remarcó.
Pero añadió que en Brasil luego de cambios legales apropiados, pasaron de 5 años a 30 días, y aseguró que "nosotros podemos hacerlo".
 

Trevisan informó también que la nueva ley propone un régimen simplificado y controles ex ante.
Sobre la reestructuración que está impulsando la nueva gestión de la Comisión, dijo que la estrella es la Dirección de Promoción de la Competencia que ocupa Federico Volujewicz, quien estuvo presente en el evento.
Volujewicz dijo que las empresas necesitan departamentos de compliance de la competencia para empezar a instalar la cultura de la competencia, además de políticas de cumplimiento.

Enumeró que en la Argentina no hay prisión para los monopolios o la cartelización, pero que las multas de la nueva ley son muy altas, y también que el costo reputacional hoy es bajo porque no se conoce qué empresas fueron sancionadas por esta cuestión.

Otra cosa que no existe en el país es un programa que permita dar beneficios en la sentencia al participante de un cartel que "llega primero" como arrepentido a Defensa de la Competencia, y denuncia al resto del grupo.
Para esto, dijo, es necesario un buen compliance interno con alertas tempranas sobre conductas inapropiadas del sector de ventas, por ejemplo. En las políticas, tiene que estar claro que deben hacer y que no los vendedores, indicó.