Hace una década, el municipio hizo punta asociándose con privados, pero de esas iniciativas casi ninguna perdura.Gamsur para la higiene urbana y una sociedad vial son las últimas en pie, pero a punto también de extinguirse.

Río Cuarto.- Hace casi una década, Río Cuarto parecía hacer punta con una salida: la unión del capital privado con el Estado para generar emprendimientos productivos o prestar servicios esenciales. La experiencia de las sociedades de economías mixtas (SEM), que era observada con atención por otros municipios de la Provincia, hoy se sumerge en el ocaso.

En enero de 2001, año de la peor crisis del país, surgió Mieles del Sur SEM, que llegó a exportar miel desde la ciudad (como puerto seco), aunque nunca pudo completar su objetivo de vender el producto fraccionado, para agregarle valor. Mieles tenía 40 por ciento de capital estatal y más de 200 socios privados.

Otra de las llamadas "mixtas productivas" fue el Frigorífico del Sur, creado en marzo de 2001 para faenar conejos y pequeños animales. Contaba con 150 productores socios y 40 por ciento de acciones municipales.

El Gobierno tenía también en proyecto crear una empresa de software (computación) y otra para desarrollo de la avicultura.

En materia de servicios públicos, la desconfianza de los opositores, a quienes el oficialismo les endilgaba las consecuencias de la fiebre privatizadora y deudas de los años 1990, no pudo parar el proyecto defendido a capa y espada por las propias empresas. Las constructoras de Río Cuarto, antes del "corralito", no imaginaban el boom que vivirían en la ciudad y su única tabla de salvación parecía ser entonces la que les ofrecía el intendente Alberto Cantero: recolectar residuos y ocuparse del alumbrado. El ex rector de la UNRC se propuso desde el palacio municipal experimentar la teoría de un Estado activo, promotor del desarrollo local integral.

Gamsur fue constituida en agosto de 2001, con una participación del municipio de 10 por ciento, y el resto aportado por 13 empresas locales. Reemplazó a Cliba SA en la recolección de residuos y barrido de calles.

En la misma fecha se creó, para suplantar a Siemens, la mixta Semiusur, para el alumbrado público y la semaforización, también con 10 por ciento de acciones del Estado.

Corta vida. Las dos mixtas productivas desaparecieron apenas cambió el Gobierno municipal. Para la nueva gestión, con el regreso del radical Benigno Rins, las empresas tenían graves problemas de gestión, estaban tan endeudadas que iban camino a la quiebra y carecían de capital de trabajo.

En 2005 se transformó en una sociedad anónima al Frigorífico del Sur. Uno de los socios que se quedó con la empresa es el actual concejal del frente Todos por Río Cuarto, Juan Carlos Daita, quien no duda en afirmar que aquella sociedad con el Estado fracasó por las injerencias políticas y las erróneas decisiones de sus cambiantes directivos.

En tanto, Mieles del Sur, primero, sufrió una disputa interna de socios y, luego, entre otras razones por la crisis de la actividad, acumuló una deuda de más de 600 mil pesos. Su transformación fue menos traumática. El municipio llamó a licitación y vendió su parte, por 116 mil pesos, a los privados, que también se hicieron cargo del pasivo.

El caso Gamsur. De todas las experiencias de sociedad instrumentadas en la gestión Cantero, sólo sobrevivió Gamsur, que absorbió (aunque nunca terminó los trámites formales) a Semiusur. Una misma empresa pasó a prestar los servicios de barrido de calles, recolección y enterramiento sanitario de residuos, control de microbasurales, recolección diferenciada de patógenos, limpieza de espacios públicos y mantenimiento del alumbrado y la semaforización.

En 2007, cuando estaba en pleno crecimiento, el intendente Rins intentó vender las acciones municipales, pero la oposición no lo aceptó.

Los socios privados juran hoy –cuando Gamsur está en vísperas de su extinción– que jamás volverían a asociarse al Estado.

Por estos días se vive una situación de máxima tensión en Gamsur. Luego que el radical Juan Jure sucediera a Rins en la intendencia se comenzó a discutir el canon mensual por sus servicios. Según el contrato, vigente hasta el año 2012, debía cobrar 1,1 millón de pesos mensuales y un monto adicional por mayores costos, calculados año a año. Los "mayores costos" de 2008 desataron tal disputa que las partes amenazan con dilucidar la cuestión en la Justicia. Las diferencias son marcadas. Para los socios privados, el municipio le debe 12 millones; para el Ejecutivo no se puede pagar más de siete y medio y, según el Tribunal de Cuentas municipal serían poco más de tres millones.

Con la empresa al borde del abismo y del cese de servicios, el municipio tomó las riendas del directorio el viernes pasado, mientras sigue analizando la alternativa de contratar a la empresa Crese, recién creada por la Municipalidad de Córdoba, o la posibilidad de crear un ente descentralizado (para ahorrarse ciertos impuestos), entre otras. Los vecinos sólo aspiran a que se mantenga la calidad del servicio. Y el municipio a que ese le cueste menos que lo que Gamsur asegura que cuesta.

Última, la vial. A todo esto, también está a punto de disolverse la empresa mixta Vial, creada durante el gobierno municipal de Rins. Se formó entre el municipio y empresas locales para agilizar las obras de pavimentación, sin necesidad de llamar a licitación. Su creación, al igual que la de todas las anteriores, fue controvertida. Hoy el municipio le debe 12 millones de pesos y la sociedad tiene su disolución anunciada.

Modelo en revisión

Cuando Río Cuarto creó una otra tras otra sus empresas mixtas, asociando al municipio con firmas privadas locales, en varias otras ciudades se empezó a observar esa experiencia como imitable. Hoy, en razón de los resultados, puede que en varias la idea de seguir ese ejemplo esté en revisión. Salvo, que les sirva observar esas experiencias para buscar un modelo similar, pero que se evite repetir sus errores.