El Estado también designa síndicos en las empresas
Según el mismo documento, esta obligación está contemplada en el artículo 114, de la ley 24.156 de Administración Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público". Ese mismo comunicado, además precisó que es la sindicatura la que tiene facultad para proponer a los síndicos.
"Es el mecanismo legal que se viene cumpliendo en sociedades tales como Corporación Puerto Madero, CAMMESA, Papel Prensa, Interbaires, YPF, All Mesopotamica, Ferro Sur Roca y Ferroexpreso Pampeano", señaló el documento.
Ese comunicado recuerda que la ley a la que hace referencia aclara que es la SIGEN la que propone al Gobierno la asignación de síndicos "por el capital estatal en empresas y sociedades en que el Estado nacional, por sí o mediante sus organismos descentralizados, empresas y sociedades en que el Estado Nacional, por sí o mediante sus organismos descentralizados, empresas o sociedades de, Estado tenga participación".
Por lo que trascendió la SIGEN, que depende depende orgánicamente de la Presidencia, busca incluir hombres propios en los directorios de algunas empresas que ahora el Estado heredó, tras la estatización de las AFJP.
Como los directores nombrados por la Anses ingresan en minoría en las empresas, muchas veces quedan al margen de la información relevante.
Pero eso no puede ocurrir con los síndicos a los que por fuerza de la ley se les debe brindar toda la información que soliciten. Los empresarios leyeron ayer esta movida de la SIGEN como otro avance en sus empresas.
Hasta ahora, la ANSeS nombró siete síndicos titulares y seis suplentes en las empresas donde tiene acciones. Habría otros casos en los que además de tener directores también tendrían síndicos estatales como Minetti, Siderar o Gas Natural BAN.
En algunos sectores empresarios consideran que la SIGEN no tendría derecho a nombrar sindicos en sus firmas, aún cuando el Estado haya heredado su porción accionaria con la eliminación del sistema de AFJP.
La decisión tomada en torno a las jubilaciones en su momento generó el rechazo de cámaras empresarias como la UIA y la Asociación Empresaria Argentina.