Publicado: 06-10-2011 
  
Mendoza.- Hay 17.000 termos tóxicos, 2.500 celulares, 1.200 neumáticos y cigarrillos. Previamente se habían desintegrado 12.000 CD´s y DVD´s falsificados, 2.700 relojes, 60.000 pilas usadas y 5.000 baterías. El volumen de la mercadería alcanza los 1.300 metros cúbicos.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) destruyó esta mañana en Maipú más de 100 mil productos secuestrados por la Aduana en los últimos dos años.

Entre los artículos se encuentran cigarrillos, 17.000 termos tóxicos, 12.000 CD´s y DVD´s falsificados, 2.700 relojes y 750 películas falsificadas. Además, hay 1.200 neumáticos, 60.000 pilas usadas, 2.500 celulares y 5.000 baterías.

Todos fueron secuestrados por la Aduana en distintos operativos realizados en todo el país y eliminados del circuito comercial. El proceso de destrucción se realizó en dos etapas.

En la primera se trituraron los relojes, los CD´s y DVD´s, las pilas y baterías. Y hoy, los termos, celulares, neumáticos y cigarrillos. "Con este procedimiento estamos protegiendo al comercio lícito y a la industria nacional, impidiendo el ingreso de productos que dañan la salud pública o la seguridad de las personas.

Cabe destacar que esta mercadería ha incumplido con la normativa específica en rubros tan sensibles como los juguetes o medicamentos", expresó un funcionario de la AFIP.

La mercadería representaba un riesgo potencial para la salud de la población y, por ese motivo, se impidió su comercialización y se anuló la posibilidad de ser donada.

El procedimiento se realizó en una reconocida planta de tratamiento de residuos en Maipú cumpliendo con los estándares más elevados de seguridad y cuidado del medio ambiente.

Al respecto, el apoderado de la Cámara Argentina de Fabricantes de Vidrio, Carlos Bender, que presenció la destrucción realizada por la AFIP, afirmó que "los termos no estaban hechos con acero, sino con chatarra".

El empresario destacó la decisión de destruirlo y agregó que "es muy importante que la población tome conciencia de que estos productos son tóxicos y están prohibidos por el Código Alimentario Argentino".

Las destrucciones se realizaron por tratarse de productos con sustancias tóxicas que podrían dañar la salud de la población y más precisamente de los niños, que son altamente vulnerables. Se trata de mercadería falsificada que atenta contra la industria nacional y los puestos de trabajo. Además, algunos de los productos no obtienen los certificados habilitantes requeridos por los organismos de control.

"Nosotros como auxiliares del servicio aduanero apoyamos estas medidas que favorecen a la industria nacional y destacamos los nuevos métodos de control que despliega la AFIP", dijo Miguel Valdez, presidente del Centro de Despachantes de Mendoza y representante de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo.

Para la destrucción de los productos, la AFIP seleccionó una empresa de reciclado que posee su propia planta de tratamiento de residuos habilitada, la cual certifica la calidad de los procesos bajo normas ISO, que cumple con el Programa Provincial de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos y con la legislación nacional en materia de protección del medio ambiente, seguridad e higiene.

Una vez destruida la mercadería, todas sus partes, desechos o residuos se trituran para relleno sanitario o se inutilizan para evitar la constitución de un nuevo producto. Por ejemplo, en el reciclado de un termo, se separan las partes plásticas -para reciclar o moler y utilizar como relleno sanitario- y el acero, que luego se destina a un proceso de fundición para reutilizarse en productos que no serán de consumo humano.