La Plata.- Desde la Sociedad de Patrones de Pescadores dijeron que tuvieron el compromiso de autoridades bonaerenses de plantear la problemática que padecen. Denuncian la "privatización" y la "depredación" del mar. Un triste legado de Felipe Solá.

El gobierno de la provincia de Buenos habría decidido intervenir, ante el creciente reclamo de sectores pesqueros bonaerenses que están atravesando, según ellos mismos denuncian, por una situación casi terminal.

Desde los años ‘90, cuando el ahora diputado nacional Felipe Solá era secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, se realizó una entrega indiscriminada de licencias que favoreció principalmente a grupos económicos concentrados y, además, produjo una depredación marítimas cuyas consecuencias aún se sienten.

En diálogo con Hoy, Luis Ignoto, titular de la Sociedad de Patrones de Pescadores, afirmó que "desde el gobierno bonaerense se comunicaron con nosotros para decirnos que nuestro reclamo será planteado por la Provincia en el Consejo Federal pesquero". Este organismo, que tiene 9 miembros (uno de ellos designado por el gobierno bonaerense), tiene entre otras funciones la de establecer la captura máxima permisible por especie, teniendo en cuenta el rendimiento máximo sustentable de cada una de ellas. Además establece las cuotas de captura anual por buque, por especie, por zona de pesca y por tipo de flota, y aprobar los permisos de pesca comercial y experimental.

La Sociedad de Patrones de Pescadores, que desde hace varias semanas realiza llamativas protestas, viene reclamando que se tomen medidas ante la "privatización" y la "depredación" del mar. Y por ello elaboraron un proyecto que apunta a poder ampliar sus unidades, para acceder a zonas de pesca más alejadas y, al mismo tiempo, asegurarse un cupo global de 960 toneladas por año.

"La pesca en la Provincia, al igual que en el resto del país, está concentranda en grandes grupos, en buques congeladores integrales que pertenecen a empresas de capitales extranjeros (especialmente españoles, asociados con algunas empresas nacionales) que integran toda la actividad: pescan, procesan y exportan. En cambio, en otros países como Chile, la actividad está sectorizada y se cumple así con la cadena de comercialización. La política de cuotificación lo único que hace es favorecer a los grandes grupos", dijo Ignoto.

Cabe destacar que en los años ‘90 la Comunidad Económica Europea expulsó de sus mares a los buques congeladores que eran altamente depredadores. Ante la imposibilidad de trabajar en el viejo continente, esas empresas españolas emigraron hacia Argentina, donde la depredación es una palabra desconocida, casi sin uso.

Ignoto agregó: "Toda esta situación la estamos padeciendo desde el año 1998, cuando Solá era funcionario de Menem. Hay que recordar que él fue uno de los principales artífices de los acuerdos pesqueros con la Unión Europea, que tanto daño nos está causando". 

Concretamente, desde la Sociedad de Patrones Pescadores piden reconversión de la flota, debido a la depredación de los barcos ingresados por el acuerdo con la Comunidad Europea. Ignoto recordó que también solicitaron reformular permisos originarios de pesca y salir de la crisis, que se da como consecuencia de la incorporación de estos barcos.

Cifras de la depredación

Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) afirma que la merluza representó entre el 29% y el 73% del total de los peces marinos declarados en los desembarques en nuestro país entre 1986 y 2005. 

"Estas capturas se han traducido en los últimos años entre 200 y 300 millones de dólares en exportación anual. El tamaño del stock disminuyó sustancialmente en los ‘90, por debajo de las estimaciones de los ‘80 y la biomasa reproductiva está, actualmente, entre las más bajas desde 1986", explicaron.

En el período 1970-1976, las capturas promedio anuales alcanzaron alrededor de 200.000 t, mientras que entre 1987 y 1990 llegaron a las 300.000 t en promedio aproximadamente. Esta última cifra se duplicó a mediados de los 90’. "Ya a partir del año 1986 comienzan las evidencias de peligro de sobreexplotación del recurso si se superaran los niveles de captura señalados, hecho que se hizo evidente con el incremento del esfuerzo a partir del año 1993. Los desembarques declarados fueron de alrededor de 600.000 t para los años 1995,1996 y 1997. Esta situación llevó a la sobreexplotación y a la necesidad de plantear un plan de recuperación de los efectivos de merluza", dijeron desde el Inidep.

En el caso del abadejo también se han observado signos de sobreexplotación. "La captura en los últimos años promedió 20.000 t, aunque la captura máxima permisible fue disminuida a 16.000 t/año", dijeron

Alerta de la AGN

La Auditoría General de la Nación es otro de los organismos que hizo un severo llamado de atención al Gobierno nacional ante la depredación de los recursos marítimos y la falta de controles por parte del Estado.

Concretamente, la AGN advirtió en el año 2008 que "aún no se ha alcanzado o logrado el control necesario a los fines de evitar los excesos en la explotación de los recursos pesqueros para asegurar su sustentabilidad".

Con relación al estado actual de la especie merluza advirtió que "continúa siendo preocupante" y que entre las principales causas que contribuyen a esta situación se encuentra la alta tasa de mortalidad de los juveniles producida por el sobredimensionamiento del esfuerzo pesquero y la falta de uso de dispositivos de selectividad de las flotas que operan sobre el recurso.

Respecto al calamar illex, la AGN señala que, por ser las condiciones ambientales determinantes de su abundancia, se debe profundizar en la investigación científica.