Publicado: 28-02-2010
 
Córdoba.- El Tribunal de Cuentas ha devuelto las facturas por irregularidades. Por ejemplo, se detectó una boleta de compra de diarios adulterada. Además se abonó el lavado de un auto particular con fondos públicos.

En estos dos primeros meses del año se acumulan unas 300 notificaciones por las que el Tribunal de Cuentas reclama a las distintas dependencias del Municipio, incluido el Edecom, por diversas irregularidades tanto en comprobantes, como en procesos de compras y contrataciones directas y designaciones de personal, entre otras.

El Concejo Deliberante, que ahora está en el ojo de la tormenta por lo desordenado en el manejo de los fondos, cuenta con una caja de chica de dos mil pesos, que en caso de no alcanzarle para transitar cada mes la cifra se puede reforzar. Es decir que no necesariamente son doce cajas, que sumarían 24 mil pesos, sino que pueden ser más.

Entre las denegaciones por parte del Tribunal de Cuentas, se encuentra una vinculada con el pago de 3.585 pesos correspondientes a viáticos de Gamsur, del 7 de julio último. El órgano de contralor indica que no corresponde al Municipio pagar ese concepto a la empresa encargada de la limpieza de la ciudad.

Algunos de los rechazos están vinculados con simples fallas formales, pero otros por vicios que superan lo que se podría considerar como una mera desprolijidad en el manejo de los recursos públicos.

Por ejemplo, con la caja del Concejo Deliberante se pagaron 77 pesos que según se indica en el comprobante presentado corresponden a 30 ejemplares de PUNTAL. Sin embargo, se detectó que esa factura, con fecha del 30 de junio, fue adulterada. Se le borró que decía que en realidad se trataba de revistas. O por caso la factura de 30 pesos fechada en junio pasado correspondiente al lavado de un automóvil particular del presidente de Concejo.

Estas dos facturas serán devueltas por el Tribunal de Cuentas a la Secretaría de Economía, por considerárselas viciadas de irregularidades.

Las anomalías en las facturas, en los procedimientos de compras y de contrataciones por parte de las reparticiones del Estado local se repiten. En el órgano de contralor hay pilas de carpetas que correrán idéntica suerte que la del lavado del auto del presidente del Concejo Deliberante y la de la compras de los diarios.

Entre ese importante cúmulo de anomalías se destaca por su elocuencia un comprobante de un viaje en taxi que costó 497 pesos, realizado en julio, y del cual no se ofrecen detalles sobre quiénes viajaron, a dónde, durante cuánto tiempo, ni con qué objeto. Segun cuenta un miembro del Tribunal de Cuentas, hay secretarias que pretenden hacer pasar facturas por varios kg de asado. Destacan los tribunos a la Secretaría de Salud como la más prolija tanto en los gastos como en la presentación de comprobantes.

Ecos en la casona de calle Sobremonte

Ahora la expectativa está centrada en cuanto a la reacción de los ediles locales ante la detección de estas fallas que desnudan tanta falta de apego a las reglas.

El presidente del Concejo, Eduardo Yuni, deberá dar las explicaciones del caso y el cuerpo tendrá que decidir sobre qué hacer con esas dos facturas por el lavado de un vehículo particular y la compra de material de lectura. 

Lo cierto es que así como fueron presentadas no pasarán el filtro del Tribunal de Cuentas, un requisito ineludible del transitar de los gastos que se producen en el Estado local.

El tema ya llegó hasta el despacho del propio intendente Juan Jure, quien habría dicho que corresponde que se hagan cargo los responsables de las operaciones que están siendo rechazadas por el Tribunal de Cuentas, que se ha convertido en un cuello de botella para los gastos que se pretenden cargar al erario público. Allí fue donde saltaron los extraordinarios mayores costos de Gamsur y los abultados gastos de combustible de los vehículos oficiales del Municipio.