Publicado: 11-04-2010

El enfrentamiento entre el oficialismo y la oposición no sólo paralizó la producción de leyes en el Congreso. También congeló toda la tarea de control sobre las áreas más sensibles del Gobierno: las comisiones bicamerales creadas a ese fin no funcionan porque, a más de un mes de iniciadas las sesiones ordinarias, no se renovó la integración de sus miembros. 

Las graves consecuencias que provoca esta parálisis en el control de la gestión pública son palpables. Ya suman más de 300 los informes de la Auditoría General de la Nación (AGN), muchos de ellos críticos del funcionamiento de distintas áreas del Gobierno, que ni siquiera fueron considerados por la Comisión Mixta Revisora de Cuentas, un órgano clave de fiscalización legislativa. 

Otro problema serio es la ausencia total de control en la renegociación de los contratos de los servicios públicos que encara el Poder Ejecutivo: la última vez que el Congreso discutió un contrato renegociado en el recinto fue a fines de 2007. Esto no le preocupa demasiado al Gobierno, pues el silencio legislativo da por aprobados los contratos. 

El manejo que el Poder Ejecutivo hace de los millonarios fondos jubilatorios, que se engrosaron luego de la estatización del sistema previsional, tampoco tiene control legislativo. La última acta que envió la Anses a la Comisión de Control de los Fondos de Seguridad Social data de diciembre de 2009, apuntó la diputada Fernanda Reyes (Coalición Cívica). Allí también está pendiente una denuncia que formuló el diputado Claudio Lozano (Proyecto Sur) contra el ministro de Economía, Amado Boudou, por haber comprado con recursos jubilatorios 2000 millones de pesos en bonos de la deuda, que están vedados por ley. 

La parálisis también se extiende a otra comisión bicameral por demás sensible a los intereses de la Casa Rosada, la que fiscaliza las actividades de inteligencia que desarrolla la SIDE. Esta comisión se manejó siempre en el más absoluto secreto y bajo la mayoría oficialista, lo que impedía avances en la investigación de algunas polémicas denuncias sobre la SIDE. Por caso, las escuchas telefónicas realizadas a dirigentes opositores y periodistas: pese a las requisitorias opositoras, nunca pudo prosperar la citación del jefe de la SIDE, Héctor Icazuriaga. 

Estas comisiones que hoy no funcionan cuentan con presupuestos millonarios. La bicameral que debe controlar la SIDE tiene asignados 3,6 millones de pesos este año; la Mixta Revisora de Cuentas, 1,06 millones; la que supervisa los fondos de la seguridad social, 3,04 millones, y la de Seguimiento de las Facultades Delegadas al PEN (renegociación de contratos), 1,8 millones. 

Deuda pendiente 

Con la renovación parlamentaria, la oposición se propuso llevar la batuta de ésta y de las restantes 21 comisiones bicamerales del Congreso. Su objetivo, y así lo expuso en la campaña electoral, era ejercer un efectivo control sobre la gestión pública, sólo alcanzable si desplazaba al oficialismo del dominio de las comisiones. Pero ya transcurrió un mes de iniciado el período ordinario de sesiones y la oposición aún no pudo exhibir este trofeo. 

La razón es la tensa puja que la enfrenta con el oficialismo por el poder del Congreso. En el Senado, los bloques opositores lograron imponer su mayoría en todas las comisiones de control, pero resta aún la definición de la Cámara de Diputados, ya que se trata de cuerpos bicamerales. En esta cámara, el oficialismo busca demorar la definición. 

"En el Senado la oposición impuso una mayoría que no tiene y le quitó lugares que le corresponden al oficialismo en comisiones clave, como Presupuesto, Asuntos Constitucionales y Acuerdos. Hasta que eso no se resuelva, el oficialismo en Diputados no va a avanzar en la integración de las comisiones bicamerales", anticipó la diputada oficialista Patricia Fadel. 

La oposición no está dispuesta a esperar mucho más, sobre todo porque el costo político de la parálisis también recae sobre sus espaldas. Por eso, amenazó con una pronta votación en el recinto, donde cuenta con una amplia mayoría: de imponer sus votos, dominará todas las comisiones bicamerales. "Si el oficialismo continúa poniendo trabas, iremos al recinto y la votación será inexorable", enfatizó el jefe del bloque de diputados radicales, Oscar Aguad. 

La misma opinión comparte el resto del arco opositor. "Le dimos tiempo suficiente al kirchnerismo y una propuesta razonable: mayoría opositora en las comisiones de integración impar y equilibrio en aquellas pares. Si en los próximos días no hay respuesta, iremos a la votación", advirtió la diputada Patricia Bullrich (Coalición Cívica). De la misma partida son Lozano y Federico Pinedo (Pro).

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Sin funcionar 

Comisión de Trámite Legislativo . Es la encargada de analizar los DNU presidenciales. Su conformación está en disputa. 

Comisión Revisora de Cuentas . No está integrada. Analiza la forma como se ejecutó el gasto año tras año. 

Comisión de Inteligencia . Controla a la SIDE. 

Comisión de Seguimiento de la Anses . Analiza el uso de los fondos previsionales, que pasaron a manos del Estado. 

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Se aplicaban descuentos en 1973 

La decisión del vicepresidente Julio Cobos de aplicar descuentos del sueldo a los senadores que falten a las sesiones tiene antecedentes en la política argentina. El presidente del Partido Demócrata Cristiano, Carlos Trabolusi, recordó que tal medida se aplicó en el período 1973/76. "Los democristianos José Antonio Allende y Salvador Busacca, que presidían el Congreso, hicieron cumplir estrictamente durante todo ese período el reglamento de las cámaras, que incluía el descuento por inasistencia a sesiones. No por un problema político, como el actual, sino por una cuestión de legalidad, convicción y valores", dijo Trabolusi.