Una camioneta de la comisión de fomento de La Reforma estuvo estacionada todo el fin de semana en un domicilio particular de la calle Luro y, de acuerdo a vecinos, la escena sería recurrente. El vehículo habría sido conducido por la ciudad por un funcionario de esa comuna oesteña

Fuentes confiables dejaron trascender que el propio presidente de la comisión de fomento, Hugo Omar Colado, habría utilizado, en algunas ocasiones, esa camioneta para cuestiones personales aún fuera de la provincia.

Recientemente un funcionario del Poder Ejecutivo Provincial fue obligado a renunciar luego que este diario publicara la fotografía del auto oficial que él utilizada para fines propios. Se trata del ex director de Industria, Julián Pomphile, quien al Astra color blanco lo había tuneado, polarizado los vidrios y hasta le había colocado llantas especiales. 

Luego de varios días de silencio y de débiles explicaciones oficiales, el gobernador Oscar Mario Jorge lo terminó echando del cargo. Ante un caso similar, la pregunta es obvia: ¿qué hace asiduamente los fines de semana, la camioneta oficial de La Reforma en una vivienda santarroseña?

Esa pequeña localidad de 200 habitantes recibirá este año, de acuerdo al presupuesto aprobado, 1.217.049 pesos correspondientes al índice de coparticipación previsto en la ley 1065 (le corresponde el 0,62 por ciento del total) y 516.879 pesos del fondo complementario de la ley 2460. En total, 1.733.928 pesos.

El vehículo oficial -que está a nombre de la comisión de fomento- es una camioneta Toyota Hilux 4x2 CD SRV 30 TDI modelo 2009. De acuerdo a la cotización del mercado cuesta 124.000 pesos, un siete por ciento del presupuesto anual. Si gastó esa suma para adquirir la camioneta, debió haber dado argumentos muy convincentes para que los vecinos aceptaran tamaña erogación del erario público.

Colado gobierna esa comuna por tercera vez. En la última elección no tuvo contra y por eso todos los vocales son del justicialismo. 

El jefe comunal había tenido anteriormente problemas con el Tribunal de Cuentas por no presentar las rendiciones de cuentas. El TdeC lo multó el año pasado, junto al secretario-tesorero, en 800 pesos por no rendir los meses de diciembre de 2007 y enero, febrero y marzo de 2008. Anteriormente el mismo organismo le había reclamado la restitución de una suma de dinero por rendiciones objetadas del período enero-mayo de 2005.