Costa Rica tiene dos sistemas de compras públicas que atentan contra la transparencia
El país centroamericano pasó de tener una plataforma que centralizaba todas las compras estatales y transparentaba las adquisiciones públicas, a contar con dos sistemas para las mismas tareas. Esta bifurcación abre puertas para posibles actos de corrupción, impide además la competencia entre los distintos proveedores y, a su vez, aumenta los costos.
La transparencia en las compras que realizan los gobiernos es la principal barrera contra la corrupción de los funcionarios. Durante la presidencia de Laura Chinchilla, en Costa Risa existía una única plataforma para realizar compras públicas, Mer- Link. A través de este sistema, que aún sigue vigente, cualquier ciudadano puede consultar las ofertas y los competidores se convierten en los primeros fiscales de la justicia de la adjudicación.
Sin embargo, actualmente el país presidido por Luis Guillermo Solís cuenta con dos sistemas de compras estatales, Mer-Link y Comprared. Esto trae como consecuencia que algunas instituciones procesen sus compras en una plataforma y el resto lo haga en otra, acentuando la falta de transparencia en las adquisiciones, impidiendo la competencia verdadera entre sus proveedores y aumentando costos.
Según el periódico costarricense Nación, la responsable del área Gobierno Digital, Alicia Avendaño, afirmó que “tienen preocupación por el desinterés del gobierno actual en migrar las instituciones públicas al sistema de compras Mer-Link, impulsado por el mandato anterior”.
Un sistema unificado permite a los entes estatales obtener economías de escala, simplificar los procesos, reducir el costo de participar como oferente y facilitar el acceso a los proveedores.
Sin embargo, la nueva administración de Luis Guillermo Solís tiene dudas sobre cuál es el mejor sistema, si Mer-Link o Comprared. Frente a esta situación, desde la presidencia señalan que se debe “volver a analizar el tema para ver qué es lo que más conviene”.