La transparencia está de doble festejo en Argentina y el mundo. En primer lugar, porque mañana celebramos el Día Internacional de la Democracia y además, porque estamos en la Semana Internacional del Parlamento Abierto, un evento que llama a los Congresos de todos los países a que se abran a la ciudadanía y rindan cuentas sobre su accionar.

En este marco, la Fundación Directorio Legislativo elaboró una guía con diez puntos que deberían cumplir los representantes para ser un “Legislador transparente”. 

Uno de los ítems más importantes es la presentación de las declaraciones juradas, el único documento que permite conocer las propiedades, sociedades y acciones de cada funcionario público, “dentro del tiempo legal estipulado”, y la publicación tanto en “la página web de la Cámara a la que pertenece, como en su página web personal y en las redes sociales” de cada representante.

También “es muy común” que los legisladores viajen al exterior como parte de su labor ya sea a congresos, conferencias, cursos o visitas protocolares. Por eso, la ONG sostiene que es “muy importante” conocer esta información porque en muchos casos “son recursos públicos que costean los gastos del viaje o mismo permiten justificar ausencias al Congreso”.

Del mismo modo, tanto los Diputados como los Senadores Nacionales deberían publicar informes de gestión en los que resuman su actividad legislativa de forma periódica, con el objetivo que “la ciudadanía conozca y se informe sobre sus actividades realizadas en el ejercicio de su función de representante”. 

Por otra parte, resulta “indispensable” lograr un proceso legislativo abierto y participativo que convoque a “grupos sociales de diversas visiones y extracciones políticas para que aporten libremente sus argumentos, críticas o propuestas a la legislación”. 

Otro de los puntos que destaca Directorio Legislativo es el correspondiente a las becas y subsidios. Los Legisladores nacionales cuentan con “un monto fijo anual para la entrega de becas y subsidios”. Las primeras pueden otorgarse a “cualquier estudiante que curse estudios no mayores a los universitarios”, mientras que los subsidios son para “instituciones sin fines de lucro, de salud, de la tercera edad, deportivas, educativas u organismos públicos”. 

Aunque “no hay un procedimiento estricto para el otorgamiento de estos beneficios”, el Congreso debería realizar “concursos públicos” para seleccionar a los beneficiarios.

En el Poder Legislativo tampoco “existe obligatoriedad” de publicar la agenda de audiencias y reuniones, sostiene la ONG. Sin embargo, todo funcionario que busque la transparencia de su mandato, debería “difundir un registro con las reuniones que lleva adelante, tanto dentro como fuera del país”.

Además, para “facilitar la relación con la sociedad”, y que la ciudadanía pueda comunicarse de forma fácil y sencilla con sus representantes en el Congreso Nacional, todo legislador “debería publicar sus datos de contacto en la página web de la Cámara a la que pertenece”, como el correo electrónico y el número de teléfono, entre otros. 

Asimismo, los funcionarios deberían informar “de forma proactiva” no solo su recibo de sueldo escaneado, para que la ciudadanía conozca cuánto cobra cada uno de ellos, sino también su “Currículum Vitae actualizado” tanto en la página web de la Cámara a la que pertenece, en la suya personal y en las redes sociales.

Por último, los ciudadanos deberíamos conocer quiénes trabajan con nuestros funcionarios y los asesoran en temas específicos. Es por eso que resulta importante divulgar un listado de los mismos para poder transmitirles las preocupaciones o sugerencias.