Según el diario Hoy, la Revolución Ciudadana de Ecuador, proyecto político y social encabezado por Rafael Correa, introdujo cambios muy importantes en la distribución del poder territorial, a partir de la sanción de normativas resultantes de los cinco ejes de la revolución: lucha por la transparencia, la anticorrupción y la revolución constitucional, con su respectiva reestructuración de los organismos del Estado, entre otros. Pese a ello, siguen habiendo interrogantes en torno a los recursos de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GADs).

Los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GADs) son instituciones que gozan de autonomía política, administrativa y financiera; y están regidos por los principios de solidaridad, subsidiariedad, equidad, interterritorial, integración y participación ciudadana. Se trata de gobiernos locales y autónomos. 

Los indicadores generales de los GADs muestran que en los últimos años recibieron muchísimos recursos y que dependen cada vez más del Poder Ejecutivo central en materia de finanzas. Se calcula que reciben el 21% de los ingresos permanentes del presupuesto del Estado y el 10% de los ingresos no permanentes. Según el artículo, estos hechos fomentan la “comodidad” de los gobiernos locales para implantar políticas propias que tiendan a fortalecer su autonomía fiscal en relación al gobierno central.

En vista a las elecciones de 2014, en las que se elegirán a los nuevas autoridades jurisdiccionales (prefectos, alcaldes, concejales municipales y vocales de juntas parroquiales rurales), el periódico afirma que “los votantes deberán estar conscientes de que la gestión de sus gobiernos hay que evaluarla en el contexto de la gran cantidad de recursos recibidos”. 

Aún así, Diario Hoy sostiene que se desconoce el destino y la eficiencia de los gastos de las GADs. Es decir, adónde fueron esos recursos, cuál fue la composición del gasto y si sirvieron para obras o gastos corrientes. 

Lo que dejó la Revolución Ciudadana  

En 2008 se sancionó la Constitución de Montecristi, la cual define la separación de poderes del gobierno ecuatoriano en cinco ramas: el Poder Legislativo, Ejecutivo, Judicial, la Función Electoral y la Función de Transparencia y Control Social. 

Otra de las iniciativas en pos de la transparencia fue el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD), expedido en 2010. Uno de sus logros más importantes es la asignación presupuestaria para los gobiernos autónomos descentralizados. Estos recursos son asignados en base al tamaño de la población, necesidades básicas insatisfechas, logros en el mejoramiento de la calidad de vida de la población y cumplimiento de metas del Plan Nacional del Buen Vivir, el instrumento del Gobierno Nacional para articular las políticas públicas con la gestión y la inversión pública.